Una cumbre devaluada

Los presidentes Borís Yeltsin y Bill Clinton no podrán profundizar demasiado en el análisis de la agenda internacional preparada para la cumbre ruso-norteamericana de mañana y el miércoles en Moscú, que ha quedado devaluada por la crisis económica y política de Rusia. Éstos son los principales puntos del orden del día de la cumbre:- Control de armamento. Clinton insistirá en la aprobación por parte de la Duma del tratado START-2, que reduce a 3.500 el número de cabezas nucleares tanto para Washington como para Moscú. El tratado fue firmado en 1993 y ya ha sido ratificado por el Senado norteamericano. Clinton y Yeltsin desean avanzar mediante la firma del START-3.

- Proliferación nuclear. Además de condenar las pruebas nucleares de India y Pakistán, ambos líderes discutirán sobre la venta de tecnología militar rusa a Irán. - OTAN. Aunque Moscú ha acallado sus quejas ante la ampliación de la Alianza Atlántica al este de Europa, aún sigue expresando su inquietud por la aproximación a la OTAN de las repúblicas bálticas.

- Balcanes. Rusia exige la aprobación de la ONU para el uso de la fuerza en Kosovo, mientras EEUU cree que la OTAN puede intervenir en la provincia serbia.

- Irak. Moscú pide el levantamiento de las sanciones económicas a Bagdad, uno de sus principales deudores, pero Washington exige un amplio control de los inspectores de la ONU sobre los arsenales iraquíes.

- Afganistán. A pesar de que Rusia teme el avance del régimen de los talibán hacia las antiguas fronteras soviéticas, Yeltsin ha condenado el reciente ataque norteamericano contra supuestos objetivos terroristas en Afganistán. Ese bombardeo y el de Sudán serán discutidos en el contexto del terrorismo internacional.