Las grandes empresas vizcaínas no encuentran soldadores y otros especialistas cualificados
Cuando a comienzos de los años ochenta la reconversión industrial hizo estragos en los empleos tradicionales de la llamada industria pesada (soldadores, mandrinadores, forjadores) nadie podía imaginar que a finales del decenio siguiente las empresas vizcaínas iban a tener problemas para encontrar trabajadores cualificados en estas especialidades. Las jubilaciones anticipadas y la mala reputación de estos oficios, -el padre soldador que se había quedado en el paro ya no le recomendaba a su hijo seguir sus pasos- ha llevado a que nadie demande estos estudios en las escuelas profesionales de Vizcaya. Empresas como la fabricante de motores ITP están negociando con la SPRI (Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial) y las escuelas profesionales de Somorrostro y Barakaldo poner en marcha un plan piloto para formar estos especialistas.
La falta de profesionales cualificados en estas especialidades ha llevado a que las grandes empresas lancen un SOS y un mensaje claro al Gobierno vasco: o se forman aquí o se traen de otras comunidades. El caso más llamativo es el de Industria de Turbo Propulsores (ITP). El fabricante de motores necesita para su política de expansión 100 oficiales cualificados -con estudios de segundo ciclo de Formación Profesional- de aquí al 2001 y no los encuentra. Su llamada a las puertas de las escuelas y de la Administración ha tenido un principio de respuesta. La SPRI, las escuelas profesionales de Barakaldo y Somorrostro e ITP mantienen negociaciones para poner en marcha en septiembre un plan piloto de formación de soldadores, mandrinadores, forjadores, etc.Unos oficios para los que estos centros de formación han recibido en los últimos años muy pocas demandas. De hecho, la gente se ha inclinado más por estudiar protésico dental, un trabajo con salidas bastante limitadas, según los expertos, que por los oficios tradicionales. Fuentes de la SPRI aseguran que las empresas vascas están llegando a pagar cerca de 180.000 pesetas al mes a soldadores recién formados. 1.000 horas prácticas La SPRI se ha hecho eco de las demandas porque, además, están viendo que, si no hay personal cualificado, algunos de los proyectos estratégicos, como la planta regasificadora promovida por Amoco, Repsol e Iberdrola o la planta de IGCC de estas dos últimas empresas, tendríanque recurrir a la mano de obra foranea. De hecho, algunas empresas ya han contratado profesionales portugueses. Una de las peticiones de ITP es que los jóvenes que se formen en los próximos años tengan un periodo de práctica de 1.000 horas. Ahora las escuelas no pueden ofrecer más de 200 horas prácticas. "En Vizcaya ha habido siempre muy buenos soldadores. Sin embargo, en la reconversión se fueron a la calle con cincuenta años. Ahora nadie recomienda este oficio, ni lo quiere. Socialmente está mal visto", asegura un portavoz de la SPRI. La idea es cambiar este cliché y convencer a la gente de que se trata de profesiones con futuro. En este plan piloto, todavía en fase de negociación, la SPRI quiere implicar no sólo al Departamento de Industria, del que depende, sino también al de Educación y, por su puesto, a otras grandes empresas de Vizcaya que tienen las mismas necesidades. Guipúzcoa sin problemas Los nombres que baraja la SPRI son Petronor, Babcock & Wilcox, Mecánica de la Peña, Matrici y algunas fundiciones. Esta iniciativa quiere sustituir a las viejas escuelas de aprendices que tenían empresas como los astilleros de La Naval en Sestao, Altos Hornos de Vizcaya o Babcock & Wilcox, de donde salían parte de los profesionales que mantuvieron la industria pesada vasca. Curiosamente, Guipúzcoa no padece los problemas de Vizcaya. La Escuela de Armería de Eibar, la escuela profesional de MCC (Mondragón Corporación Corporativa), transformada ahora en universidad, y las escuelas de Elgoibar y Ordizia han cubierto la formación de estos especialistas en este territorio. "La idea es que se puedan aplicar convenios como los que ya desarrolla CAF [Compañía y Auxiliar del Ferrocarril] de acuerdo con las escuelas de formación. Da prácticas, se queda con los mejores y el resto salen al mercado",afirman desde la SPRI.
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