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Un interno del psiquiátrico de Bermeo mata a otro paciente a cuchilladas

Un interno del hospital psiquiátrico de Bermeo murió la noche del pasado martes a consecuencia de las heridas que supuestamente le infligió con un cuchillo otro interno, C. F. M, de 39 años. El propio agresor comunicó a los celadores del centro lo sucedido y les entregó el arma homicida. Personal del hospital y de la Cruz Roja intentaron, sin éxito reanimar al fallecido, E. G. P., de 38 años. "Jamás hemos sufrido un suceso de gravedad entre los internos", aseguró el director del psiquiátrico, José Antonio de la Rica. PASA A LA PÁGINA 3

Víctima y agresor convivían en un piso escuela dentro del propio psiquiátrico

VIENE DE LA PÁGINA 1 El agresor fue detenido y presentado ayer ante el titular del Juzgado Instrucción número 3 de Gernika, que decretó su ingreso en el pabellón psiquiátrico de Basurto en calidad de preso preventivo. Al parecer la agresión se produjo tras una discusión entre ambos enfermos. "Otras veces hemos tenido peleas, pero las normales que se dan en cualquier comunidad, pero nunca de gravedad y menos con este resultado", comentó De la Rica. Tanto el fallecido como el supuesto homicida estaban internos en un piso escuela ubicado en un ala del mismo hospital, junto a otras seis personas, todas ingresadas voluntariamente por psicosis esquizofrénica. "Se trata de un paso previo a la integración de los pacientes en la sociedad y tiene toda la autonomía, el equipamiento y el funcionamiento de un piso cualquiera. De hecho, dentro de dos semanas el agresor ya tenía un hueco fuera del hospital, en un piso protegido de la organización Bizitegi", explicó De la Rica. El agresor, por tanto, no tuvo ninguna dificultad en hacerse con el cuchillo. Los ocho internos del piso escuela disponen de su propia llave, su dinero y entran y salen del hospital con plena libertad. El director del centro público, perteneciente a Osakidetza, explicó que en el piso se les enseña a convivir, a cocinar, a desenvolverse en las labores cotidianas y se trata, sobre todo, su problema de comunicación. En el piso escuela hay un monitor en el turno de mañana y es la psicóloga del centro la que coordina el piso. Además, cada enfermo tiene su médico. "Acuden aquí porque el tratamiento en casa o en otro centro no ha dado resultado", agregó.

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