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Itziar Etxeberria afirma que la culpa promueve la "autocorrección moral"

La profesora de Psicología Itziar Etxeberria aseguró ayer que los sentimientos de culpa comportan aspectos positivos que "no conviene olvidar" pues, si bien es cierto que generan actitudes negativas -inhibición, autocastigo, sumisión y ciertas patologías-, no lo es menos que "la culpa conlleva un cierto componente de autocorrección moral". Etxeberria intervino ayer en el curso sobre Cultura y emoción organizado por la Universidad del País Vasco (UPV) con una ponencia titulada La culpa, una emoción bajo sospecha.

La profesora Etxeberria contrapesó los efectos patógenos del sentimiento de culpabilidad descritos por Sigmund Freud, Erich Fromm y otros autores con la "sutil paradoja" de que "la culpa puede actuar como un motivo prosocial y moral". En este sentido, resaltó que los estudios empíricos ponen de manifiesto que "los sujetos culpables se ven motivados a realizar acciones reparadoras, conductas que tratan de compensar de algún modo a la víctima". Las reacciones positivas también se reflejan en otras formas de conducta social. "Los sujetos que se sienten culpables donan más sangre, muestran mayor voluntad de ayuda a compañeros en apuros, una mayor disposición a ayudar en tareas burocráticas aburridas a organizaciones de derechos humanos, y a contribuir con su ayuda a un fondo de caridad", explicó. La profesora de la UPV reconoció que la "impopularidad y mala reputación" tienen una base fundada, sobre todo por la función de control social que desempeña y que ha derivado en lo que el filósofo francés Pascal Bruckner ha descrito en La tentación de la inocencia (Anagrama, 1996): la tendencia social a la victimización y el infantilismo como "estrategias de la irresponsabilidad bienaventurada". Tendencias reparadoras Etxeberria se refirió a los estudios de investigadores que distinguen una forma de "culpabilidad depresiva que no consiste tanto en la angustia frente al objeto temido como en el pesar por haber infligido un daño al objeto amado. Este tipo de culpa promueve tendencias reparadoras. La persona que siente este culpabilidad tiende a reparar el daño causado a los otros". En la misma dirección, la ponente citó investigaciones sobre el concepto de la culpa "verdadera o interpersonal", que tiende a promover "conductas altruistas, constituyendo junto con la empatía, una motivación altruista fundamental". En todo caso, consideró que "puede discutirse" que la motivación del sujeto culpable sea altruista cuando donan sangre o se muestran cooperante, pero no que "la culpa conlleva un cierto componente de autocorrección moral". Así, añadió, "la sospecha de que en la base de dicho componente se halle la necesidad de aliviarse del peso de la culpa, restaurar la propia autoestima, recuperar la aprobación de los otros o cualquier otra motivación más o menos egoísta, no resta encanto a la sutil paradoja que los sentimientos de culpa esconden en su seno: la culpa, que habitualmente es el resultado de una acción inmoral o egoísta, puede actuar subsiguientemente como un motivo prosocial, moral". La profesora de la Facultad de Psicología concluyó señalando que "cada vez resulta más evidente que ni todos los sentimientos de culpa dependen de la cultura, ni todos ellos son negativos en el plano psíquico y cumplen sólo una función de control social". Además, subrayó que con frecuencia se pasa por alto que el sentimiento de culpa "favorece la consistencia entre la conducta y los valores del sujeto, al inhibir las acciones que contravienen a aquéllos".

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