González se reúne con Kohl y Delors a puerta cerrada en Bonn, durante casi dos horas, para hablar de Europa
El ex presidente del Gobierno español Felipe González realizó ayer una breve visita a Bonn para entrevistarse con el canciller federal alemán, el demócratacristiano Helmut Kohl, y el ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors. Este último, al igual que González, se desplazó especialmente a Bonn para acudir a la cita, que se celebró a puerta cerrada y en presencia de Joachim Bitterlich, el responsable de Relaciones Exteriores y Seguridad Internacional en la cancillería federal. Bitterlich, un gran defensor de la relación franco-alemana, es el principal artífice de la política europea de Kohl y su presencia ayer en la entrevista parece indicar que ésta se centró en Europa y en el futuro de las instituciones europeas. Observadores políticos no excluyen que se tratara sobre la futura presidencia de la Comisión Europea. La reunión, que comenzó a las 15.30, se prolongó durante una hora y cuarenta y cinco minutos. A la salida de la cancillería federal, en el coche del embajador de España, José Pedro Sebastián de Erice, González no quiso hacer declaraciones, motivado aparentemente por su deseo de mantenerse totalmente al margen de la campaña electoral alemana, que culmina el 27 de septiembre y empieza tan sólo en unos días. Los portavoces de la cancillería federal alemana declinaron igualmente hacer comentarios sobre los contenidos de la entrevista.
Felipe González, que ha visitado Alemania con gran frecuencia este año, se ha entrevistado con Kohl en Bonn en dos ocasiones a lo largo de este verano. La primera entrevista, el 2 de julio, discurrió con la misma discreción que ayer, aunque en aquella ocasión Jacques Delors no estuviera presente.
Delors encabeza la Fundación Nuestra Europa y ha presentado amplias propuestas para reforzar la legitimidad democrática de la Comisión Europea. Sus propuestas cuentan con el apoyo de un "comité de sabios", entre los que se encuentran González, Mario Soares, Jordi Pujol y el alemán Karl Lammers, el responsable de política internacional de la fracción parlamentaria constituida por la Unión Demócrata-Cristiana y la Unión Social-Cristiana de Baviera (CDU-CSU).
La cumbre de Cardiff, el 15 y 16 de junio pasado, supuso un jarro de agua fría para algunas de las ideas democratizadoras de Delors, especialmente en lo que se refiere a dar un paso adelante hacia la elección directa del próximo presidente de la Comisión Europea. Algunos líderes nacionales evidenciaron entonces en Cardiff el temor a perder el control sobre el nombramiento del presidente de la Comisión.
Tras las elecciones alemanas, y cualquiera que sea el resultado de mismas, las propuestas de Delors pueden cobrar nuevo dinamismo y es posible que tanto este político como González y Kohl se estén preparando ya para esta nueva etapa. Si pierde las elecciones, Kohl quiere dejar el puesto de presidente de la CDU, lo que le dejaría libre para considerar otros cargos en los que pueda hacer uso de su amplia experiencia europea. En mayo pasado, durante su visita a Aquisgrán, González dijo que, antes de revelar el nombre de su candidato predilecto a la presidencia de la Comisión Europea, esperará a ver el resultado de las elecciones alemanas. Por su parte, el Partido Social-Demócrata alemán (SPD), en el caso de que ganara las elecciones, tal como pronostican las encuestas, podría profundizar en las reformas institucionales. En un mano a mano con Delors el pasado junio, el candidato del SPD Gerhard Schröder se manifestó positivamente ante la idea de celebrar elecciones directas en las instituciones europeas y relacionarlas con las reformas, pero dudó sobre la posible puesta en práctica de estas ideas en 1999.
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