Los actores principales
En 15 meses no han cambiado sus nombres, sólo de bando. Estos son algunos de los protagonistas y sus motivos:
Ruanda.
Apoyó a Kabila en 1996 para acabar con las incursiones desde los campamentos hutus del otro lado de su frontera con Zaire. Quince meses después, los radicales hutus usan los bosques de Goma como base de operaciones. Paul Kagame es su vicepresidente, ministro de Defensa y hombre fuerte, el cerebro militar que mueve a los banyamulengues.
Uganda.
El presidente Yoweri Museveni es el aliado de Kagame. Le debe, en parte, la presidencia. Kagame fue su jefe militar cuando era guerrillero. Es el hombre de EEUU en África. También sufre los efectos de una guerrilla que le hostiga desde territorio congoleño. Él colocó a Kabila al frente de los banyamulengues en 1996.
Banyamulengues.
Son tutsis. Como los que gobiernan en Ruanda y Burundi. Aliados de Uganda. La primera oleada llegó a Kivu hace 200 años. La última, en los años 50, tras caer la monarquía tutsi de Kigali. Su jefe militar en 1996 era James Kabare, de la escuela de Kagame. Todo apunta a que dirige la nueva rebelión.
Kabila.
Nunca confió en los ruandeses que le auparon en el poder. Ni en los banyamulengues. Cuando se sintió políticamente fuerte ordenó la salida de las tropas de Kagame y colocó en los puestos clave de su Gobierno a hombres de su clan de Katanga. Repite el esquema de Mobutu.
EEUU.
Olvidada la guerra fría, ha descubierto en África un continente virgen para el negocio. Desplazó a Francia de sus zonas de influencia. Sus aliados clave son: Uganda, Ruanda, Etiopía, Eritrea y Suráfrica. Aceptó al ex marxista Laurent-Desiré Kabila porque no había otro.
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