La Carihuela, ambiente marinero
La playa de la Carihuela, antigua aldea de pescadores, no ha sucumbido del todo a la vorágine de Torremolinos. Decenas de restaurantes considerados de pescaíto frito y alguna que otra barca tradicional de pesca en la arena dan a estos kilómetros de mar cierto ambiente marinero. La bandera azul se la ha ganado a pulso. Las personas que abarrotan la arena no han terminado ni con el orden ni con la tranquilidad de esta playa. Y eso que tienen a mano todos los instrumentos para hacerlo: desde hidropedales hasta paracaídas. AGUA Limpia. Según el último informe de la Consejería de Salud, el agua de esta playa se encuentra en perfectas condiciones higiénico-sanitarias. ARENA Grisácea. Tiene una textura media y grisácea. El talud de entrada no es muy pronunciado. La arena de esta playa se limpia a diario. INSTALACIONES Equipada. Perfectamente equipada. 20 kioscos y tres restaurantes en la playa. 38 parcelas de hamacas. 10 zonas náuticas para hidropedales, paracaídas y dos zonas varadas para pesca artesanal. 28 duchas y lavapiés. Accesos totalmente señalizados con paseo marítimo peatonal SERVICIOS DE URGENCIA Suficientes. Los voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja (los fines de semana), se encargan de la seguridad de la playa, donde existe un puesto de socorro. También 20 vigilantes de la playa que dependen de la Policía Local.LA TAPA Jaylu No hay nada mejor en mariscos en toda la ciudad; aunque, claro, la calidad hay que pagarla. Tiene una buena clientela que sabe lo que quiere y elige el mejor lugar donde encontrarlo. Se trata de un lugar ideal para deslumbrar a los invitados y para darse un pequeño homenaje en fechas señaladas o cuando la ocasión lo merezca . o. ø Dirección: C/ López de Gomara, 19. Sevilla. Teléfono: 954 34 15 25. Abre de 12.00 a 16.30 y de 20.30 a 24.30. Cierra los domingos. EL PLATO Jureles al eneldo De pescado azul poca gente sabe más que la de la costa andaluza. Los boquerones, caballas, sardinas, atunes o jureles son tan abundantes en las aguas del sur que han llenado durante siglos los buches de la gente de la mar. El jurel es quizá el pescado azul más injustamente tratado, porque su precio asequible lo convirtió en sustento de los más humildes en las épocas de hambre, y hay quien aún lo aborrece. Para devolverlo a su pedestal basta probar este asado aromático y comprobar lo sabroso que puede resultar este pescado. : ø Preparación: Se hace un refrito poco hecho con rodajas de tomate, pimiento y cebolla en rodajas. Se cortan unas papas en rodajas finas y se fríen también en aceite poco caliente. Se pasa el refrito a una fuente de horno y sobre él se colocan las papas, haciendo un lecho. Encima se colocan unos jureles medianos rociados con limón y espolvoreados de eneldo y ajito frito. Se riegan de vino blanco y se meten a horno fuerte unos 15 minutos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.