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Las quejas por ruido crecieron un 6% durante 1997

Antonio Jiménez Barca

Los madrileños cada vez se quejan más del ruido de sus vecinos o de los bares cercanos. Durante 1997, la Policía Municipal registró un total de 29.595 llamadas (81 diarias como media) para protestar por esta circunstancia, un 6% más que en el año anterior. De todas estas llamadas sólo acabaron en denuncias 6.717. Las razones, según explica la policía, son varias: en muchas ocasiones, cuando llegan los agentes ya se ha acabado el estruendo; en otras, se soluciona con la mera presencia de los policías. De hecho, aunque el número de llamadas ha subido de un año para otro, el de denuncias ha bajado un 4%. El concejal socialista Eugenio Morales lo encuentra denunciable: "Esto quiere decir que la policía no atiende todas las llamadas, o que hace la vista gorda y no sanciona a aquéllos que no cumplen con la normativa y que perturban el sueño de los vecinos".Un portavoz de la Policía Municipal replicó a la crítica: "No se pueden comparar las dos variables, la policía atendió todas las protestas. Que luego hayan acabado en denuncia o no, nada tiene que ver". Para los agentes, además, tanto el incremento de llamadas como el descenso de denuncias "es insignificante".

Morales, por su parte, calificó la subida de "significativa". "Lo que está claro es que durante los Veranos de la Villa la actuación estelar es la protagonizada por la sinfonía de ruidos que propinan a los vecinos o bien las obras municipales o bien las terrazas y los bares. La cosa es no poder dormir tranquilo", añadió el edil.

El concejal de la oposición también denunció ayer la escasez de personal de la Patrulla Verde, encargada de vigilar las infracciones contra el medio ambiente, entre las que se cuenta la contaminación acústica. El edil socialista criticó que durante el mes de agosto esta patrulla sólo cuenta con 10 agentes y 3 coches. "Y por la noche es aún peor", añadió el edil.

La Policía Municipal replicó que las denuncias por ruido las puede controlar y tramitar cualquier agente "de modo que el servicio en la capital no queda de forma ninguna desatendido por la noche".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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