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Chiclana y Conil amenazan con movilizaciones por la red del agua

Los problemas para garantizar el suministro de agua a las más de 200.000 personas que residen durante el mes de agosto en los términos de Chiclana y Conil, en Cádiz, ha colmado la paciencia de sus responsables municipales. Sus alcaldes han anunciado "movilizaciones contundentes" y "medidas muy fuertes" si la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no invierte el dinero necesario para la mejora de la red, que tiene una antigüedad superior a los 30 años y cuya capacidad ha quedado muy superada por el crecimiento de la población. Los problemas de suministro coexisten, paradójicamente, con las mayores reservas de agua de la historia en la provincia, toda vez que el pantano Guadalcín 2 ha entrado en funcionamiento con las lluvias de los dos últimos años, pues su puesta en marcha coincidió con el ciclo seco. Todos los pantanos están entre el 70% y el 96% de su capacidad total. "Esperamos que el año que viene no estemos igual, porque en el caso contrario tendremos que actuar con toda la contundencia que podamos", ha advertido ayer Antonio Roldán (IU), alcalde de Conil de la Frontera, un municipio de 18.000 habitantes que acoge durante el verano a más de 60.000 personas. Durante la noche del sábado, Chiclana -que recibe el agua antes que la otra localidad- pudo mantener abierto el suministro gracias a una reducción muy importante de la presión y a una alteración del recorrido del agua desde que llega a los depósitos hasta su distribución. El problema es que una vez que parte de Chiclana hacia Conil, las conducciones van dejando agua en varias urbanizaciones muy pobladas y al llegar a la segunda población lo hace ya con poca presión, en el mejor de los casos. Eso no impidió que algunas zonas de la localidad, como las urbanizaciones más próximas a la playa y, en concreto, La Barrosa, se quedaron sin agua entre las 19.00 y las 22.00 horas, según ha informado el alcalde chiclanero, José María Román. El problema añadido de esta localidad es que el depósito de La Espartosa fue concebido para suministrar agua sólo al casco urbano, aunque en 30 años la realidad demográfica ha llevado a un número muy importante de ciudadanos de la Bahía de Cádiz a habitar en urbanizaciones periféricas. Roldán recordó que las soluciones posibles pasan por desdoblar la red o hacer "una especie de by pass sorteando todas las urbanizaciones que existen". "El agua es fundamental, habrá que actuar con rapidez porque peligran nuestros recursos económicos", añadió. El Ayuntamiento de Chiclana ha solicitado ya a los hosteleros de la zona -hay más de 6.000 plazas- que limiten en lo posible el uso del agua, especialmente en la frecuencia de los riegos. Por su parte, el alcalde de Conil no descartó adoptar la misma medida si persisten los problemas.

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