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CRISIS ASIÁTICA

La depreciación de la moneda nipona aumenta el desequilibrio comercial de España con Japón

Xavier Vidal-Folch

ENVIADO ESPECIALLa recesión que atraviesa la economía japonesa y su consecuencia, la debilidad del yen, están rompiendo la tendencia de los últimos años hacia el reequilibrio de la balanza comercial España-Japón, muy deficitaria para España, al crecer el valor de las exportaciones a nuestro país. También afecta a las inversiones directas, provocando un cierto estancamiento. En el sector bancario, que viene atravesando una grave crisis, se asiste a un retraimiento, con la retirada de algunas entidades, entre ellas probablemente el Daiwa Bank.

Con el yen barato, la exportación japonesa se dispara. Las ventas de Japón a España alcanzaron en 1997 los 495.449 millones de pesetas, un 13,6% de aumento respecto de 1996. Mientras que con el consumo en grave recesión, las importaciones japonesas desde España crecieron a un ritmo muy inferior, el 3,1%, para situarse en 159.977 millones de pesetas.Este dato rompe la tendencia de los últimos años al progresivo reequilibrio de la balanza comercial bilateral, particularmente deficitario para España. De una tasa de cobertura (relación entre las exportaciones al mercado japonés y las importaciones desde Japón) del 13% en 1992 se llegó al récord del 35,5% en 1996, en una línea ascendente que ahora se ha quebrado.

En 1997, Japón fue el decimosegundo cliente español, absorbiendo el 1% de las exportaciones (frente al 1,2% de 1996). Y el octavo proveedor, con el 2,8% de nuestras importaciones, el mismo porcentaje que el ejercicio anterior.

Bienes de consumo

El valor de las exportaciones españolas se ha duplicado desde 1992. "La tendencia es a un incremento progresivo de la exportación española de bienes de consumo, como moda, calzado, vino, aceite de oliva, mueble y joyería, junto a la tradicional de los productos de pesca", indica Kazuei Tokado, profesor de la Universidad de Kanda.La progresiva aunque lenta apertura del mercado japonés ha facilitado este movimiento. Dada la dificultad de penetración en los sistemas de distribución (una de las barreras intangibles tradicionales, dado el peso de la intermediación, que es del 2,2% en Japón frente al 1% en EEUU y al 0,7% en Francia, y las fuertes vinculaciones industria-comercio nacionales), las empresas españolas optan crecientemente por montar su propia red o franquiciarla.

Pero este aumento exportador exhibe un punto débil, a saber, que "gran parte de las exportaciones españolas son importaciones japonesas", resume Tokado, es decir, exportaciones de empresas niponas instaladas en España. Por ello, el ejercicio de 1998 verá agravarse más el crónico déficit comercial: la fábrica de Nissan en Barcelona dejará de exportar sus vehículos a Japón (dada la debilidad del yen), buscando mercados más remuneradores en Europa. Este flujo ascendía a unos 40.000 millones de pesetas. Además, las exportaciones españolas siguen pesando poco en relación con las de otros países europeos: un 21% de las italianas; un 23% de las francesas; la mitad que las suecas, e inferiores a las irlandesas o belgas.

La continuidad del parque de inversiones industriales japonesas en España -el 70% de las 170 empresas niponas instaladas en España está concentrado en Cataluña- no parece amenazada por la recesión del país asiático. "Van a permanecer, son inversiones que han alcanzado cierto grado de madurez, no van a perder lo que han hecho, porque son excelentes plataformas para el mercado europeo", indica Javier Esparza, director regional del BBV en Tokio. Un ejemplo, Sony exporta desde Barcelona al mercado europeo por valor de unos 128.000 millones de pesetas.

Pero no ocurre lo propio con las sucursales bancarias -fundamentalmente concentradas en Madrid-, a causa de la gravísima crisis que padece el sector. La banca japonesa, que necesita adelgazarse, se está retirando de las capitales secundarias y limitando su presencia europea a Francfort y Londres. Así, alguna entidad, como Daiwa, planea cerrar sus oficinas en España.

Si no peligran las inversiones industriales existentes, lo que sí está amenazado es su aumento. "Es difícil que se reproduzca el pasado ritmo inversor", comenta el agregado comercial español, Julio Ordóñez. "Desde hace más de un año, el ritmo es más débil, porque 1996 fue muy importante", agrega Yoshiyuki Iwahashi, director del Consorci de Promoció Comercial de Catalunya.

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