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Malestar entre los arquitectos por las excesivas limitaciones en el concurso del Prado

"El proyecto no es para hacer pirámides ni obeliscos", afirma Miguel Ángel Cortés

Los diez equipos de arquitectos que podrán participar en el concurso de anteproyectos para la ampliación del Museo del Prado en el claustro de los Jerónimos, de Madrid, recibieron el miércoles las bases y documentación de manos del secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, con la asistencia del director del museo, Fernando Checa. Los profesionales han comprobado las limitaciones de un proyecto que imaginaban más abierto, con un programa de necesidades y un plan museográfico al detalle. Cortés afirma que no se podrán hacer "pirámides ni obeliscos ni genialidades".

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Jurados y juzgados

El anuncio del concurso para la ampliación del Prado, una vez firmado en La Moncloa el convenio entre el Ministerio de Educación y Cultura y la archidiócesis de Madrid, apareció en el Boletín Oficial del Estado del 25 de julio. El miércoles, los jefes de los equipos finalistas en el concurso internacional de ideas de 1995 asistieron -salvo Rafael Moneo y Antonio Barrionuevo- a una reunión en el despacho del secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y recibieron las nuevas bases para acometer la ampliación del museo por la parte trasera entre el edificio Villanueva, sede central del Prado, y el claustro de los Jerónimos.Las excesivas limitaciones y los detalles de los programas han provocado malestar en los equipos en el momento de partida de preparar su trabajo. Junto con las bases técnicas y los plazos de presentación de las propuestas, antes del 15 de octubre próximo, han recibido como información el plan museográfico, aprobado por el patronato del museo, y el convenio entre Cultura y la Iglesia sobre el solar de 1.747 metros cuadrados, delimitado por las calles Ruiz de Alarcón, Casado del Alisal, la línea paralela a cuatro metros de la fachada de la iglesia y su quebrada con el claustro a 25 metros d ela calle Moreto.

Junto con las diez cláusulas del convenio se incorpora el proyecto del arquitecto Francisco Jurado, elegido por el arzobispado y la parroquia, para el nuevo edificio de servicios parroquiales y viviendas por un importe máximo de 700 millones de pesetas, que el Ministerio de Educación y Cultura aportará en dos anualidades en 1999 y 2000.

La ampliación del Prado se sitúa en el cubo del claustro, cuyo volumen y cotas se especifican hasta el mínimo detalle, con un presupuesto de 2.600 millones que afecta a una superficie de 12.470 metros cuadrados. El plan museográfico especifica en este dado cinco niveles donde se van a situar el taller de restauraciones, las salas de exposiciones temporales, el salón de actos, servicios públicos y la conexión subterránea con el edificio Villanueva para formar la zona de acogida del público, cafeterías, tiendas y servicios. El modelo, preparado por Cultura y el patronato, sigue la ampliación del Louvre en la separación de funciones entre las salas y el resto del museo.

José Luis Arana, que forma equipo con María Aroca y Eleuterio Población, se lleva de vacaciones toda la documentación. "Creíamos que el proyecto iba a ser más abierto pero la primera impresión es que es restrictivo y limitado, con un anteproyecto muy definido. La propuesta se limita al zócalo de los Jerónimos y a la conexión con el edificio Villanueva, que no se toca". El suizo Jean Pierre Durig, de vacaciones en España, declaró ayer que el proyecto es "muy difícil y estrecho" pero le gusta "tomar decisiones y riesgos" con las dificultades.

Falta de tiempo

Fernando Pardo cree que los mayores condicionantes son la falta de tiempo para elaborar una propuesta y la formación profesional de los miembros del jurado, con representantes de Cultura, el Prado, Arzobispado, Ayuntamiento y Comunidad. "En estas bases no se insiste en la ordenación de esta parte de la ciudad como en las bases originales". Ayer no se pudo recoger opiniones de otros concursantes, como Moneo, Barrionuevo, Hernández Gil, Matos y Martínez, Gobela, Zoido y Marco. Los participantes recibirán tres millones de pesetas para elaborar su propuesta, al contar con el patrocinio de la Fundación Areces.Miguel Ángel Cortés se sorprende de esta reacción. "Dijeron estar encantados y con una gran ilusión y sólo lamentaron tener que trabajar en verano". Señala que la maqueta de volúmenes no es condicionante al ser una "expresión plástica" del plan. "No se pueden hacer pirámides ni obeliscos ni otras genialidades, gracias a Dios".

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