El cáncer de la banca
El gravísimo cáncer de la banca japonesa registrará el primer encontronazo entre Gobierno y oposición, en el periodo extraordinario de sesiones parlamentarias que se iniciará el próximo jueves, cuando empiece a discutirse el proyecto de ley de reflotamiento de las instituciones en crisis preparado por el PDL. Pero la oposición ha presentado un texto alternativo, más radical.
Éste es el asunto económico más urgente, pues sin resolverlo, Japón no saldrá de la recesión, ya que el ahogo de los bancos está racionando el crédito a empresas solventes. Lo peor es que el montante que habrá que sanear puede ser mayor del previsto. Las cifras oficiales indican que el total de créditos dudosos -no se sabe aún qué parte es incobrable- asciende a 87,5 billones de yenes (unos 96 billones de pesetas).
Pero The New York Times indicaba ayer que, según estimaciones de fuentes oficiales estadounidenses, los "préstamos malos" casi duplican lo previsto, al situarse en 140 billones de yenes, casi 154 billones de pesetas, cerca de un tercio del PIB japonés. El coste del saneamiento sería superior al 60% de esa cifra, un mínimo de 84 billones, casi el 17% del PIB japonés. La crisis bancaria española costó un billón largo de pesetas, algo más del 1,2% del PIB. Y el de la estadounidense representó el 2,7% de PIB de EEUU.
La estimación de Washington parte de un efecto bola de nieve: la banca japonesa estaría otorgando préstamos a clientes insolventes para que con ellos puedan pagar los intereses de créditos anteriores. Así ocultaría que los créditos antiguos son en realidad fallidos, que deberían provisionarse como pérdidas en el balance bancario. Lo que quieren evitar, a ver si cuela, esperando un golpe de fortuna.
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