Pena de tres años por incendiar una fábrica y detener al vigilante

La Audiencia de Valencia ha condenado a penas que suman tres años de prisión y dos meses de multa a Carmelo T. A., un guarda jurado de 39 años acusado de incendiar una empresa vinícola radicada en Chiva -en la que causó daños por valor de casi 90 millones de pesetas- y detener ilegalmente y agredir a un compañero de trabajo. Los hechos juzgados ocurrieron el 2 de agosto de 1991. Ese día, el condenado, que realizaba labores de vigilancia en Industrias Vicente Gandía Pla, prendió fuego a tres partes distintas del inmueble para, a continuación, advertir a la central de la compañía para la que trabajaba del siniestro. Poco después acudió hasta Chiva otro empleado de Seguridad Pública 88, José Luis M. P., quien esa noche realizaba labores de inspección. El procesado recibió a su compañero con una frase - "ya tenía ganas de pillarte a solas"- acompañada de un empujón que derribó al agredido. Luego esposó a su colega para golpearle reiterada y contundentemente en pies, manos y testículos, y le forzó a redactar una nota en la que se autoinculpaba del incendio. La carta no ha sido aceptada por el tribunal, que ha considerado a Carmelo T. A. culpable de dos delitos (uno de incendio y otro de detención ilegal) y de una falta de lesiones.