Al Gore visita Chernóbil, "monumento a los errores de este siglo"
Convocatoria para una reunión internacional
El vicepresidente de EE UU, Albert Gore, se convirtió ayer en el primer alto funcionario estadounidense que visita la central nuclear de Chernóbil, donde en abril de 1986 se produjo el más grande accidente ocurrido en una instalación de este tipo. Y dijo lugo en Kiev, en un emotivo discurso: "Hoy, por primera vez, vi Chenóbil. Se yergue como un amenazante monumento a los errores de este siglo que desaparece; un voluminoso símbolo de decisiones humanas inmerecidas por nuestros hijos".
Gore viajó a Chernóbil en helicóptero, acompañado por el presidente ucranio, Leonid Kuchma, y sobrevoló los pueblos fantasma abandonados a toda prisa después del incendio ocurrido en el reactor que ahora se halla bajo una mole de cemento llamada sarcófago. La catástrofe dejó amplias zonas contaminadas, no sólo en Ucrania, sino también en Bielorrusia y Rusia, y hasta hoy millones de personas sufren las consecuencias de aquella radiación.Ucrania está muy agradecida a EE UU, que actúa como líder de la comunidad internacional en la tarea de unir los esfuerzos para superar las consecuencias del accidente, señaló Kuchma, quien subrayó el hecho de que Chernóbil no sólo es una página negra en la historia de Ucrania sino también una triste herida de la civilización mundial.
Ambos políticos acordaron ayer convocar una segunda conferencia de países donantes para recolectar fondos con el fin de reforzar el sarcófago que cubre el reactor número 4 y sacar el combustible que aún permanece en él. En la primera conferencia se logró juntar casi la mitad de los 115.000 millones de pesetas necesarios.
Gore dijo estar convencido de que Kiev cumplirá su promesa de cerrar la central de Chernóbil para el año 2000, aunque en su visita no obtuvo una clara reafirmación de este compromiso. Kuchma se limitó a decir que nadie pone en duda la necesidad de cerrar Chernóbil, así como tampoco la necesidad de compensación por la pérdida de generación eléctrica que ello supone. Ucrania desea que la comunidad internacional le otorgue más de 200.000 millones de pesetas para financiar las etapas finales de dos reactores en las centrales de Jmelnitki y Rovno. Mientras tanto, un reactor de esta central fue paralizado ayer después de un problema en el funcionamiento del sistema eléctrico. El incidente no supuso fuga alguna.
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