Gambia retiene desde hace 52 días un barco marisquero de Huelva

Los cinco marinos de Huelva y los 16 de Senegal del marisquero Briz III, de la armadora onubense Tarso Consulting SL, permanecen desde hace 52 días retenidos en Banjul, capital de Gambia, después de que su barco fuera apresado por una patrullera del país africano -sometido a un régimen dictatorial- el 2 de junio. El Gobierno español fue informado del hecho el 6 de julio porque los armadores intentaron una solución por su cuenta. Los dueños del barco dicen que la multa que se exige es de 50.000 dólares. La Oficina de Información Diplomática (OID) eleva la cifra hasta 1,5 millones de dólares.

Hasta que Exteriores fue informado, la armadora había negociado por su cuenta, lo que ha retrasado la actuación del embajador de España en Dakar (Senegal, limítrofe con Gambia). El diplomático comenzó "hace sólo 15 días" la negociación para la repatriación de los marineros, según la OID. Gambia ha impuesto a la armadora una multa de 50.000 dólares, unos 7,5 millones de pesetas, informó Jerónimo de la Corte, gerente de la empresa, "por faenar ilegalmente en sus aguas". La OID eleva la sanción a 1,5 millones de dólares (226 millones de pesetas). El capitán y el jefe de máquinas del barco, Antonio Lozano Botello (30 años) y Domingo López Aleta (36), respectivamente, ambos de Isla Cristina, permanecen custodiados en un hotel de Banjul. El resto de la tripulación, Manuel Cruz Gómez (41 años), de Huelva; José Antonio Tenorio Cordero (51 años), de Lepe; Francisco Gutiérrez de la Rosa (33 años), de Isla Cristina, y 16 pescadores senegaleses, se encuentran en el interior de la embarcación, también vigilada. Golpes de fusil El informe del apresamiento remitido a Exteriores por la naviera explica que la embarcación "no entró en ningún momento" en aguas de Gambia durante su faena en la frontera con Senegal, entre las 17.00 y 18.00 (hora local) del 1 junio. Doce horas más tarde, cuando navegaba libremente, fue abordado. Los militares de la patrullera, añade, "se dirigieron al puente de mando y, sin mediar explicación de ningún tipo, procedieron a vejar y maltratar físicamente al señor Lozano Botello, propinándole golpes con las armas de fuego automáticas que portaban, y le conminaron, bajo amenaza de muerte, a que pusiera rumbo hacia el puerto de Banjul". El capitán y el jefe de máquinas "quedaron detenidos" en unos calabozos del puerto. Allí "fueron agredidos, pues se quería a toda costa que reconocieran que la embarcación estaba pescando o lo había hecho en aguas de la República de Gambia". La empresa solicitó la intervención del cónsul honorario de España en Gambia, quien pagó para que los detenidos fueran trasladados a un hotel. Sólo pueden salir los lunes para acudir a un juzgado, donde se les amenaza "con ingresarlos nuevamente en la cárcel", detalla el informe. Los empresarios defienden que el apresamiento es "injustificado". Mientras, las familias de los marinos aguardan en casa el regreso. "Sólo queremos que se aceleren los trámites y puedan estar con nosotros lo antes posible", dijo Cinta Requena, esposa del jefe de máquinas del Briz III.