Los payeses acusan a la Generalitat de no invertir en el bosque

El bosque catalán necesita otra política: necesita más atención y más dinero. Ésta es la conclusión más importante que se extrae de las reacciones que ha suscitado la nueva oleada de incendios en Cataluña. Jordi Victòria, responsable del medio forestal del Instituto Agrícola de Sant Isidre, lo resumía así: "El problema es que el bosque catalán sigue sin estar ordenado. Ordenarlo supondría una tarea de muchos años, para la que hace falta dinero. Pero las líneas de ayuda se han cortado en los últimos tiempos. De nada sirve crear, por ejemplo, las Asociaciones de Defensa Forestal (ADF) si luego no se las dota con los presupuestos adecuados". Estas palabras de Victòria se vieron corroboradas por el sindicato Unió de Pagesos. Según sus datos, cuatro de las cinco ADF de Solsona no han cobrado todavía las subvenciones de la Generalitat correspondientes al año pasado. En dos casos se deben asimismo las subvenciones de 1996. Unió de Pagesos afirma que el caso del Solsonès puede extenderse sin demasiado margen de error a la mayoría de las ADF catalanas. Resoluciones En setiembre de 1994, el Parlament celebró un pleno para tratar las presuntas responsabilidades de los incendios que asolaron aquel verano Cataluña. Fue un pleno polémico, que acabó con una autofelicitación por parte de CiU, por la política de prevención y extinción llevada a cabo por el Gobierno de Pujol. En el citado pleno parlamentario se aprobaron algunas resoluciones, concretas, tendentes a mejorar la eficacia de la luchas contra los incendios. Entre ellas, la regulación del acceso al medio natural y del mantenimiento de las zonas afectadas por líneas eléctricas; la elaboración de un plan para recuperar terrenos agrícolas que actúen como cortafuegos; el fomento de las zonas de pic-nic y descanso en los bosques; el aumento de la vigilancia en las zonas forestales; la adopción de un plan para la formación especial de bomberos, y la modernización de los efectivos técnicos que se utilizan en la prevención y extinción. Victòria sostiene que la mayoría de esas resoluciones se han cumplido.PASA A LA PÁGINA 5