Armas para el pueblo
Políticos de oposición serbios acusan al Gobierno de Slobodan Milosevic de admitir la quiebra del Estado al repartir armas entre los ciudadanos. En la ciudad de Klina y las aldeas que la rodean, 60 kilómetros al oeste de Pristina, la capital de Kosovo, ancianos serbios de más de setenta años ocupan sus puestos en trincheras para defenderse de los ataques del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), que lucha por la independencia.Sveto Dabizjevic, delegado gubernativo de Klina, explica que ciudadanos serbios "han sido expulsados de sus propiedades seculares por los grupos separatistas y terroristas". En muchas de las 64 aldeas que rodean Klina, los serbios han organizado la autodefensa. El representante del Gobierno serbio declara que en ocho pueblos los albaneses practicaron la limpieza étnica y expulsaron a todos los serbios: "Cada aldea organiza la defensa por su cuenta. Nos defendemos según nuestras posibilidades, pero esperamos también la ayuda del Estado y la policía".
En la aldea de Drsnic, a cinco kilómetros de Klina, patrullan serbios armados con escopetas de caza de dos cañones. En un montículo que domina el pueblo, los serbios han cavado una trinchera que defienden Ranko, un trabajador de 30 años; su abuelo Miloran, de 78, y Arseni, un anciano de 70 años. Van armados con fusiles tipo Mauser. Ranko dice que no es una guerra de verdad, porque la policía y el ejército no intervienen: "Nos ayudan, pero sólo a veces". Según Ranko, "los albaneses están diez veces mejor armados que nosotros. Tienen lanzagranadas, munición china y usan los coches como armas. Disparan a todas horas, día y noche".
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