La BBC pide más dinero público para "encabezar la revolución digital"

, La BBC desea que el Gobierno laborista le autorice un aumento del canon o tasa anual que pagan los usuarios para financiar la radio y televisión públicas en el Reino Unido. Esa tasa asciende ahora a 97,50 libras (24.500 pesetas) y la BBC sostiene que sólo superando la barrera, tanto psicológica como política, de las 100 libras (25.000 pesetas) podrá encabezar la "revolución digital" que ya está en marcha en el Reino Unido.Christopher Bland, presidente de la Junta de Gobernadores, considera que la actual tarifa es "realmente barata" comparándola con la que cobra la empresa privada Sky, que pide 300 libras al año (75.000 pesetas). La BBC ofrece por la suya dos cadenas de televisión y cinco radios nacionales, además de las locales.

El Gobierno británico, que fija las tasas con las que se financia la radio y televisión pública, autorizó recientemente un aumento de seis libras (1.500 pesetas). El acuerdo con el Gobierno dejó la tarifa en las 97,50 libras que se cobran actualmente a los usuarios.

El pacto expira dentro de cinco años y contempla aumentos periódicos pero la BBC considera que ese dinero es insuficiente para las nuevas necesidades. "La dirección general ya aseguró entonces que necesitaría, y pediría, más dinero al Gobierno", han recordado sus portavoces.

Esta vez, sin embargo, los laboristas pueden no ser el único escollo a superar. El informe anual de la BBC, recién publicado, reconoce ingresos muy abultados que no proceden de las tasas abonadas por los usuarios. Entre ellos destacan los 23 millones de libras (5.750 millones de pesetas) obtenidos con la venta de los derechos de la serie los Telegorditos y demás productos asociados al citado programa infantil.

Los que se oponen a la subida del canon han encontrado más argumentos. Por ejemplo: varios ejecutivos de la radio y televisión pública, entre ellos el director general, John Birt, han visto muy aumentados sus salarios, según informa The Independent . El incremento de retribuciones ha causado malestar tanto entre algunos sectores de la radiotelevisión pública británica como en el sindicato de técnicos.