El agua del vertido tóxico se desembalsará a partir del martes

El agua contaminada retenida en la zona de Entremuros tras la rotura de la presa minera de Aznalcóllar, comenzará a desembalsarse a partir del próximo martes, una vez que ha sido tratada con carbonato sódico lo que ha conseguido disminuir hasta los límites permitidos -menos de un miligramo por litro- la cantidad de cinc que contenía. El nivel de sulfatos no ha mermado.

, Los primeros 100.000 metros cúbicos descontaminados viajarán hasta el mar una vez que la Consejería de Medio Ambiente dé su autorización al Ministerio del ramo y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. La Consejería dará ese permiso antes del martes, después de estudiar el informe científico que garantiza que la toxicidad ha desaparecido.Las aguas embalsadas no han disminuido, sin embargo, su nivel de sulfatos, pero tanto el técnico del Instituto Geominero, Antonio Guijarro, como el propio consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, coincidieron en que se hará una excepción con este elemento puesto que la proporción en que se encuentra es similar a la existente en el agua del mar.

Tras esta primera prueba experimental se tratarán cada día 50.000 metros cúbicos de agua hasta depurar los tres millones y medio que permanecen contaminados. Un proceso al que también contribuirá la planta depuradora que se está construyendo y que comenzará a funcionar el próximo 10 de agosto. La suma de ambos procesos permitirá, según los técnicos, que en un plazo de dos meses, el río vuelva a correr con normalidad.

El delegado del Gobierno andaluz en Sevilla, José Antonio Viera anunció que se reunirá el próximo martes con las organizaciones ecologistas, empresariales, con las cofradías de pescadores y otros colectivos de las poblaciones afectadas, para informarles del resultado del tratamiento de las aguas y asegurarles que el desembalse no supondrá ningún riesgo.

Los representantes de la comisión mixta de coordinación manifestaron su interés porque el proceso adquiera la mayor velocidad posible puesto que cada día que pasa sin que los servicios geomineros trabajen sacando agua ya depurada se está perdiendo un millón de pesetas.