Tres empresarios compran la iglesia de las Salinas de Cabo de Gata La sociedad Área Ecoturística ha pagado por el templo 15 millones
El perfil minimalista, corroído y erosionado, de la iglesia de San Miguel de las Salinas es tan característico del cabo de Gata como los flamencos o los acantilados volcánicos. Tres empresarios de la zona, unidos en la sociedad Area Ecoturística Torre Salinas, han adquirido el pequeño templo, junto a una parcela de 26.350 metros cuadrados, por 15 millones de pesetas a la empresa Unión Salinera, con el objetivo de restaurar el patrimonio.
La operación, sin embargo, podría frustrarse si la Consejería de Medio Ambiente decide ejercer el derecho de tanteo y retracto, para lo que dispondrá de un año. No obstante, el delegado provincial de Medio Ambiente, Juan José Luque, adelantó ayer que "posiblemente no lo llevaremos a cabo, aunque sí haremos un control sobre la actividad". Medio Ambiente esperará hasta conocer el parecer de las Consejerías de Cultura y Turismo. Salvo que los informes de estos departamentos aconsejen la adquisición pública o el proyecto de los nuevos propietarios se desvíe de los criterios ambientales que imperan en el parque natural, la Junta renunciará a intervenir en la compra-venta de la iglesia, para la que carecen, además, de un proyecto de uso. Incorporar el templo a la infraestructura pública chocaría incluso con los deseos de Medio Ambiente de centralizar en el poblado minero de Rodalquilar todas sus actividadesturísticas y culturales dentro del espacio natural. Las conservación del templo de San Miguel de las Salinas, que ocupa 155 metros cuadrados de superficie, ya fue dictaminada como "deficiente" hace 20 años. Aunque carece de protección cultural específica -es de planta austera y simple-, su restauración debe respetar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del parque de Cabo de Gata-Níjar. Las nuevas funciones del templo todavía están poco concretadas, a excepción del mantenimiento esporádico de la actividad religiosa. En cualquier caso, será "en consonancia con el parque natural", según Fernando Alonso, uno de los compradores. Entre las ideas que baraja la sociedad Area Ecoturística Torres Salinas, nueva propietaria del edificio,se incluyen la apertura de un museo popular y un centro con productos del espacio protegido, que podrían ubicarse en el exterior de la iglesia. Alonso, en cualquier caso, desmarcó su oferta de otras irrespetuosas con el entorno, como la de unos empresarios que pretendían montar una discoteca.
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