Los delegados territoriales de Medio Ambiente critican a su propio ministerio

Los ex delegados de Icona, actualmente "coordinadores de zona" y adscritos al Ministerio de Medio Ambiente, amenazaron con plantarse de brazos cruzados ante los eventuales incendios forestales de este verano, tras la súbita suspensión de las directrices vigentes desde 1993. En una de las varias cartas que enviaron al director general de Conservación de la Naturaleza, Enrique Alonso, han denunciado "las consecuencias muy graves" que pueden derivarse de la dejación de funciones, falta de instrucciones coherentes e indefinición del ministerio al gestionar los recursos naturales.

Los ex delegados del Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), una entidad disuelta cuyas funciones fueron transferidas desde Agricultura al Ministerio de Medio Ambiente, se han rebelado contra la política del director general de Conservación de la Naturaleza, al que le responsabilizan de "dejación de funciones" en las competencias que les son propias, como la política forestal y la gestión de los recursos naturales, incluidos los parques nacionales.La protesta se ha manifestado de forma verbal y mediante varias cartas suscritas por todos los coordinadores de zona -con más de 40 firmas- y enviadas al director general en abril y mayo. En la primera de ellas, fechada el 27 de abril, mostraban el "desencanto, preocupación y frustración" ante la "gradual dejación de sus funciones a la hora de redactar una legislación básica de montes, y la desatención de los intereses españoles en foros y organismos internacionales como la FAO, el Banco Mundial o el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)". Denunciaban también que el sector forestal, sobre el que recae una "responsabilidad de primer orden en la conservación de la biodiversidad, no cuenta para su gestión sostenible con las ayudas comunitarias establecidas en los restantes países miembros de la UE. Tampoco se han desarrollado nuevas técnicas de gestión, añadían, por lo que se ha perdido el liderazgo en materia de conservación ante las comunidades autónomas. Esta pérdida de objetivos, señalan, se ha visto agravada por la falta de cumplimiento de los compromisos derivados de la incorporación de España a la UE y la firma de acuerdos internacionales importantes como Agenda 21, Diversidad Biológica o Desertificación.

Cambiar el "chip"

También denuncian en sus escritos la insuficiente dotación de medios humanos y materiales. "La asignación de puestos se hace de manera oscura y sin la transparencia necesaria"... "los funcionarios de nuevo ingreso tienen asignados mayores complementos que los puestos del mismo nivel ocupados por los funcionarios con varios años de antigüedad". "No existen instrucciones coherentes que definan las funciones, lo que puede tener consecuencias muy graves en el caso de las responsabilidades judiciales que puedan derivarse en caso de accidentes", dice también la carta de abril.El desencuentro de los coordinadores de zona con su jefe del Ministerio de Medio Ambiente viene de lejos. Se inició en el proceso de transferencias a las comunidades autónomas. Un proceso que ha quedado congelado antes de llegar el turno a Baleares, Andalucía y Castilla y León. Luego, se agravó tras dos reuniones con Enrique Alonso a mediados de mayo (días 13 y 20) donde el director general les manifestó que, dado que las competencias forestales estaban transferidas, al departamento no le quedaba ningún territorio que gestionar. Así, daba carpetazo a la política forestal y les recomendaba "cambiar el chip de forestal por el de biodiversidad", afirma uno de los asistentes que desea mantenerse en el anonimato.

"Nos quedamos con la sensación de que nos daban el finiquito y se procedía a una demolición programada de la gestión forestal", añade esta fuente, quien relata que ante la airada reacción de los reunidos el propio Alonso les pidió disculpas.

Las protestas arreciaron al conocer que el director general anulaba las instrucciones para actuar frente a los incendios forestales, vigentes desde 1993. Supresión, que llevaba implícita la pérdida de retribución económica para las jornadas de guardia. "Después de conocer que se liquidaban los servicios forestales nos daban otro puntillazo", afirma otro de los coordinadores.

Este nuevo episodio del enfrentamiento se canalizó en una carta al director general el pasado 20 de mayo, en la que le instaban a dictar nuevas instrucciones para actuar frente a los incendios, con la amenaza implícita de un plante a comienzos de temporada. La lucha contra los incendios está transferida a las autonomías, pero el gran operativo de helicópteros, hidroaviones y el Ejército (centralizado en la base de Torrejón) lo gestionan los coordinadores de zona.

Ante el cariz de la reclamación, Alonso remitió el 23 de junio unas instrucciones sobre incendios, así como el baremo de las compensaciones para las guardias. "No es lo que esperábamos. Habría sido mejor que las instrucciones estuvieran más desarrolladas", afirma resignado un coordinador de zona. Pese a los reiterados intentos, EL PAÍS no ha conseguido hablar con Enrique Alonso.