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La tensión creada por la polémica del catalán aplaza la entrevista entre Pujol y Aznar

Francesc Valls

El catalán ha vuelto a ser la manzana de la discordia entre el Gobierno del PP y sus aliados de CiU. Si el pasado domingo era Esperanza Aguirre, la ministra de Educación y Cultura, quien abría la polémica, ayer fue el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, el encargado de avivar el fuego con un ataque directo contra el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Diversas fuentes de CiU afirmaban en la tarde de ayer que la actitud del Gobierno del PP alejaba la entrevista que el presidente del Gobierno, José María Aznar y el de la Generalitat debían celebrar, previsiblemente, el próximo viernes.

"Que yo sepa no tengo ninguna entrevista con Aznar el viernes", aseguró Pujol en la tarde de ayer, en Lleida, informa Lluís Visa. Aunque sólo el presidente de la Generalitat sabe cuándo se reunirá con el del Gobierno central, eran muchos los dirigentes de CiU que ayer apostaban por un aplazamiento para una cumbre que debe celebrarse antes de las vacaciones de verano, es decir, antes de agosto.La polémica surgida esta semana tendría todos los ingredientes de un episodio preelectoral si no fuera por el hecho de que Pujol afirma que las autonómicas serán probablemente en marzo de 1999 y el Gobierno central ha reiterado que piensa agotar la legislatura. No obstante, acabada la materia de pactos y traspasos entre el PP y CiU, el catalán se ha convertido en protagonista.

El capítulo de ayer de este desencuentro entre el ejecutivo y sus socios nacionalistas catalanes fue inaugurado ya en la mañana por Miguel Ángel Rodríguez. El portavoz del Gobierno, respondiendo a las declaraciones de Pujol en las que recomendaba silencio a los ministros en el asunto de la ley del catalán, visto lo dicho el domingo por Esperanza Aguirre, afirmó: "Le agradezco que me dé permiso para hablar ; reparte carnés de catalanidad y ahora me da permiso para hablar".

Para Rodríguez , "Esperanza Aguirre tiene toda la razón del mundo" puesto que sólo ha dicho "que en Cataluña se enseña el castellano en catalán". "Sólo ha dicho eso y lo han considerado un ataque intolerable a Cataluña: Hombre..., ¡ya está bien!" Miguel Ángel Rodríguez se preguntó: ¿Cómo es posible que se diga de qué cosas pueden hablar y de cuáles no los ministros ? Ese ahora toca y ahora no toca valdrá sólo para algunas ruedas de prensa", concluyó el portavoz. Pujol, que ayer se desplazó a tierras de Lleida, no dudó en calificar la visión del portavoz de "ignorancia culpable", pues la coalición que él encabeza ha sostenido siempre que es catalán el que vive y trabaja en Cataluña.

La diplomacia del portavoz

Fuentes de CiU ironizaban ayer con que el portavoz del Gobierno había vuelto a hacer gala de "sus mejores dotes diplomáticas" y consideraban incomprensible que un cargo que requiere especial sensibilidad fuera desempeñado "de forma tan lamentable". Pere Esteve, secretario general de CDC, calificó de "impropias de su cargo" las declaraciones de Rodríguez. Si la actitud del PP sobre el catalán lo "pone todo muy difícil, todo empeora cuando Miguel Ángel Rodríguez toma la palabra, porque añade unas formas desconsideradas, impropias de su cargo". También los socios electorales de Convergència, los democristianos de Unió Democràtica, se sumaron a las críticas a Rodríguez. Josep Antoni Duran Lleida, presidente del comité de gobierno de UDC, trajo ayer a colación unas palabras del presidente Aznar, de junio pasado, cuando aseguró que tras el verano surgirían turbulencias por las elecciones vascas y catalanas. "El mapa de la meteorología lo tiene sólo el Gobierno central y parece que es el que sabe cuándo van a descargar las tormentas", dijo Duran, quien encontró extremadamente graves las afirmaciones del portavoz gubernamental. "El PP como gota malaya no me preocupa, no conseguirá romper la convivencia dentro de Cataluña", dijo el dirigente democristiano. "Sin embargo, sí que me preocupa que se provoquen turbulencias que amenazan la convivencia entre Cataluña y el resto de España", agregó. "Nadie que ame a España puede incrementar la división entre los ciudadanos de Cataluña y los del resto de España", concluyó. Duran no quiso manifestarse sobre la reunión Pujol-Aznar hasta hablar con el presidente de la Generalitat.Desde la oposición, sin embargo, las cosas se ven muy distintas. José Borrell, candidato socialista a la presidencia del Gobierno, afirmaba ayer que Pujol y Aznar están "en escenificación permanente". "Desde 1996, Pujol escenifica amores apasionados, esperanzas frustradas y desengaños", dijo Borrell. A estas afirmaciones se sumó el presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó.

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