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El Tribunal de La Haya juzga al primer acusado por genocidio en Bosnia

El serbobosnio Milan Kovacevic, médico anestesista en tiempos de paz y alcalde de la localidad de Prijedor en tiempos de guerra, ha escrito en su biografía una primicia. Es el primero de los acusados por el Tribunal Penal para la ex Yugoslavia que comparece acusado de genocidio, el crimen más grave que contempla la corte. La fiscalía le considera responsable de orquestar cuidadosa y sanguinariamente la limpieza étnica de decenas de miles de musulmanes y croatas al noroeste de Bosnia. Con estas acusaciones, Kovacevic , de 57 años, se enfrenta a la condena máxima de cadena perpetua.

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Condenas y dificultades

Tranquilo, vestido con una camisa blanca y un pantalón caqui, Kovacevic se declaró no culpable de todos los cargos. No sólo del de genocidio, sino de los otros 14 de los que se le acusa. Flanqueado por dos guardias de Naciones Unidas, se levantó cuando Richard May, el presidente de la sala del tribunal se lo requirió y respondió escuetamente sobre su culpabilidad cargo tras cargo: "Inocente, señoría". Su impaciencia sólo se dejó traslucir cuando la fiscal Brenda Hollis desgajó los crímenes de los que le acusaba: mientras escuchaba los cargos garabateaba furiosamente notas en un papel.Según la acusación que Hollis leyó ayer pausadamente en la sala, Kovacevic era el segundo de a bordo de una junta especialmente creada en 1992 en la localidad de Prijedor (noroeste de Bosnia) tras su ocupación por los serbios. La finalidad de la Junta era garantizar la creación de un Estado étnicamente puro. Los fiscales han llegado a la conclusión de que los dirigentes serbios llevaron a cabo sus objetivos asesinando, deportando o encerrando a cuantos musulmanes y croatas encontraban a su paso.

Hollis asegura que la Junta de la que Kovacevic era vicepresidente tenía también entre sus funciones la de crear y controlar los tres campos de concentración de la zona, entre ellos el famoso de Omarska, cuyas imágenes con prisioneros exhaustos que recordaban al holocausto nazi durante la II Guerra Mundial dieron la vuelta al mundo y revelaron la brutalidad de lo que estaba ocurriendo en esa parte del mundo.

Además de en Omarska, en los campos de Keraterm y Trnopolje civiles no serbios fueron detenidos, torturados, golpeados y asesinados. La acusación califica de "brutales" las condiciones de vida en esos campos y afirma que los prisioneros eran torturados o asesinados a sangre fría y sin piedad, utilizando los métodos más aberrantes.

En esos campos, ha quedado probado en vistas anteriores ante el tribunal que las tropas serbias practicaban también la violación como método sistemático para purificar la raza. Algunas testigos han contado como los soldados, tras violarlas -en ocasiones en grupo-, les espetaban frases como: "Ahora tendrás un hijo serbio".

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Torturas y violaciones

Otros muchos testimonios han erizado los pelos de los menos impresionables con los relatos sobre torturas, violaciones y aberrantes prácticas sexuales. Entre algunas de esas prácticas se encontraba la obligación bajo amenazas de realizar el acto sexual entre padres e hijos por el simple hecho de no ser serbios. Como resultado, muchos de ellos no sobrevivieron o se suicidaron.Kovacevic fue detenido por sorpresa en julio del año pasado en una espectacular acción de las tropas de la ONU que costó la vida a Simo Drljaca, también acusado por el tribunal.

La detención les cogió desprevenidos porque sus nombres -al igual que otros muchos- estaban en una lista de acusados que el tribunal mantiene en secreto para evitar que puedan huir o se escondan. Con problemas de corazón, desde que está en las celdas de alta seguridad que Naciones Unidas tiene cerca de La Haya Kovacevic ha sufrido dos pequeños ataques, según manifestó su abogado. Cuando ayer se abrió el juicio, Hollis aseguró que el acusado sabía -o podía haber sabido- todo lo que había ocurrido y prometió pruebas contundentes que "demostrarán que Kovacevic desempeñaba un alto cargo en el llamado gabinete de crisis y que no hizo nada para evitar todas las aberraciones".

La fiscal, que le calificó de "devoto ultranacionalista", adelantó que entre los cerca de 60 testigos que llamará a declarar, estará una mujer, de 57 años, inhumanamente golpeada y violada en la estación de policía de Prijedor, situada en la calle que los no serbios denominaban la calle del infierno.

El abogado defensor de Kovacevic, Dusan Vucicevic, mantuvo que su defendido no había tenido ningún cargo de responsabilidad y aseguró que "nadie iba a poder demostrar que fuera responsable de la limpieza". "Los militares y la policía tenían bajo su responsabilidad el mando. Los civiles no podían influirlo", dijo. Vucicevic, que llamará a declarar a unos 35 testigos, ha calculado que el juicio puede prolongarse hasta finales de año.

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