Los socialistas señalan que los dos billones de deuda hipotecan el futuro de la Generalitat

La deuda global de la Generalitat alcanza los dos billones de pesetas tras varios presupuestos expansivos que contradicen la prudencia exigida desde Bruselas. Esta situación hipoteca un eventual Gobierno socialista, coincidieron ayer en afirmar el primer secretario socialista, Narcís Serra; el presidente del grupo parlamentario, Joaquim Nadal, y el diputado Martí Carnicer. En caso de ser vencedores en las elecciones, los socialistas temen encontrar las arcas vacías. Por su parte, Jordi Pujol replica que cuando el PSOE tuvo mayoría en Madrid no hizo nada para reducir la deuda catalana.

Según el PSC, la situación financiera de la Administración catalana es de "total insolvencia". Los socialistas aseguran que si ellos ganan las próximas elecciones, al llegar a la Generalitat se encontrarán con "una hipoteca muy grande". Las cuentas públicas de la Administración autonómica centraron ayer la atención de los debates de la cúpula socialista. Al término de una reunión de la dirección del PSC, a la que acudió el candidato Pasqual Maragall, los socialistas hicieron público un documento sobre la deuda de la Generalitat, que durante 1997 creció a un ritmo del 14,6%, muy por encima de la media del conjunto de las comunidades autónomas españolas (10,1%). El primer secretario del PSC, Narcís Serra; el presidente del grupo parlamentario, Joaquim Nadal, y el diputado Martí Carnicer comparecieron ante los medios de comunicación para presentar el citado documento y anunciaron la creación de un equipo de trabajo para estudiar este problema, en el que se centrará la campaña para la presidencia de la Generalitat. "Elaboraremos un plan de choque que nos permita dar un giro radical a la situación cuando lleguemos a la Generalitat", dijo Nadal. Arcas vacías A los socialistas les preocupa encontrar vacías las arcas públicas porque ello les impediría centrar sus esfuerzos en materia de educación y de infraestructuras, los dos ejes de la política presupuestaria de Pasqual Maragall. Respecto a las infraestructuras, Serra añadió que el PSC sigue de cerca la iniciativa de varios foros económicos, liderados por la Cámara de Comercio de Barcelona, para configurar un mapa de urgencia de las obras civiles pendientes en Cataluña. "Pasqual Maragall gestionará con eficacia este encuentro entre las aspiraciones del mundo económico y la Administración", afirmó Serra. Las dos prioridades del programa de gobierno del PSC ante las próximas elecciones serán el saneamiento de la financiación de la Generalitat y la reforma de la Administración catalana. El segundo aspecto exige "la reducción de los altos cargos que tienen funciones poco explícitas", según el PSC. La deuda del Gobierno de la Generalitat a 31 de diciembre de 1997 ascendía a 1,1 billones de pesetas, a los que se deben añadir 169.484 millones de deuda del Servicio Catalán de la Salud y 411.177 millones de las empresas y organismos autónomos. A estos 1,680 billones de pesetas se deben sumar 120.000 millones de facturas no pagadas de la sanidad y la deuda de las universidades catalanas, con lo que la cifra total alcanza los dos billones, según el documento de los socialistas. El mismo informe remite a los datos del Banco de España para señalar que Cataluña es la comunidad autónoma con la deuda más elevada en términos absolutos. Esta deuda global representa el 76% del presupuesto para 1998 y el 9,7% del producto interior bruto (PIB). A la abrumadora estadística, los dirigentes socialistas le añadieron este corolario: "La deuda lleva a la parálisis del país y demuestra un estrangulamiento final del Gobierno catalán que ya no permite margen de maniobra si no hay un golpe de timón radical, y Jordi Pujol ya no es capaz de darlo". Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, admitió ayer que el endeudamiento de la Generalitat es elevado. Pujol, que participó en Berlín en un foro de debate sobre el futuro de Europa, respondió a la oposición: "Los socialistas, que ahora se asombran, podían haber ayudado a que la deuda fuera menor. Cuando tuvieron mayoría absoluta en Madrid no hicieron nada, y luego tuvimos que sudar sangre para conseguir que nos concedieran el 15% del IRPF".