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Por la cogeneración

A decir verdad no me siento sorprendido por la Carta Abierta que me dirige un miembro de CC OO en la edición valenciana de EL PAÍS del pasado viernes 26 de junio. La izquierda en los tiempos que corren anda desorientada. Supongo que no será el caso de quien me escribe, ya que quizás no me expliqué con nitidez en las Cortes Valencianas cuando me refería al uso y abuso de la cogeneración. Aprovecho ahora la ocasión para fijar mi posición. a. Mis declaraciones nunca afirmaron nada lesivo a la industria cerámica de Castellón. Muy al contrario, siempre he defendido a esta industria ejemplar como paradigma del comportamiento empresarial innovador que se ha ganado merecidamente el justo reconocimiento de los mercados internacionales a su esfuerzo inversor, a la creación inducida de puestos de trabajo y a la bondad de su estrategia competitiva, perfectamente elaborada. Y más que con mis palabras, a los hechos me remito, ya que este sector está constantemente en posición muy destacada en todos y cada uno de los programas de apoyo a los sectores productivos valencianos que promueve la Generalitat Valenciana. b. De la cogeneración en sí misma, técnicamente hablando, poco puedo añadir a lo expuesto por el señor Rodrigo. De sus bondades, casi todo ya está dicho. Y en el caso concreto de su aplicación a la industria cerámica, sólo quiero aplaudir el día en que los empresarios de Castellón apostaron por ella. Fue, quizás la elección más acertada que nunca pudieron tomar tras el paso al gas natural como energía. Porque dieron una lección, otra más, al conjunto del entramado productivo de esta Comunidad y de España entera. Es una decisión que sólo ha traído ventajas a la industria de Castellón, en particular, y que con sus resultados ha estimulado la extensión de su uso a todo el territorio regional. Es más, y lo reitero una vez más por si el firmante no ha tenido oportunidad de conocerlo, este Gobierno es el primero que está apoyando de forma decidida las Energías Alternativas en la Comunidad Valenciana, no sólo con palabras sino con hechos. Por primera vez hay proyectos serios para la construcción de parques eólicos; el gasoducto es una realidad que cubre hoy las zonas más relevantes del territorio valenciano. Y todos los empresarios y consumidores valencianos podrán aprovechar ese nicho de creatividad, desde la vertiente industrial innovadora y creadora de trabajo así como la utilización de energías limpias y respetuosas con el medio, a la vez que más baratas para los bolsillos de todos. Seguramente mi interpelante sabrá responder por qué esto es así ahora y no hace algunos años cuando tanto se hablaba aunque todo quedaba en el aire. c. Pero centremos el tema en el debate. Lo que yo dije claramente en aquellas manifestaciones fue contundente: mi oposición a que se adultere el uso industrial genuino de la cogeneración en provecho espurio de grupos industriales y financieros, a costa de todos nosotros que pagamos en la tarifa el sobrecosto debido a la reversión a la red de los excedentes eléctricos a un precio superior. Hacer esto me parece que es abusar del conjunto de la sociedad en beneficio de unos pocos. A eso le llamábamos una "política franquista", porque esos pocos se aprovechaban de todos. Así de claro. Ahora, en el marco de la actual ordenación eléctrica, la de 1997, eso ya no sucede y nosotros hemos contribuido a ello. Con su Carta abierta, señor Rodrigo, aumenta la confusión, que no creo intencionada por su parte. Confío en que haya quedado definitivamente aclarado. La cogeneración, que este Gobierno impulsa como factor importante de competitividad al servicio de toda la industria valenciana, es positiva. Lo que este conseller no apoyará jamás es el uso de la misma para beneficio de grupos ajenos a los fines lícitos del tejido productivo de nuestra Comunidad y que pagaremos todos los valencianos.

Diego Such Pérez es consejero de Empleo, Industria y Comercio.

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