El "heavy" irreverente y ácido de Mojinos Escozíos se hace de oro
El grupo sevillano-catalán ha vendido en dos semanas 70.000 copias de su segundo CD
Son cinco. "Gordos, feos y jevis a muerte". Tres son de Sevilla y dos catalanes, y todos viven en la comarca de El Vallés (Barcelona), en un pueblo de cuyo nombre no quieren acordarse ("nos obligan a tocar gratis y luego dan a otro el premio al mejor grupo del pueblo"). Irreverentes y ácidos, Mojinos Escozíos retratan en sus letras un mundo escatológico que ha calado ya en miles de españoles "de todo tipo, pero sobre todo niños de entre 10 y 14 años". Mojinos (culos, en sevillano) arrasan lo que tocan. Tocan el viernes en Madrid (La Riviera) y el día 9 en el Doctor Music Festival, que los anuncia por encima de Bob Dylan. En diez días, han vendido 70.000 copias de su nuevo disco, Demasiaó perro pa trabajá, demasiaó calvo pal rocanró, "a pesar de la censura de algunas radios".
El portavoz de los Mojinos Escozíos es "El Sevilla, alias Miguel Ángel Rodríguez; voz, flauta, armónica y letras". Portavoz sí, pero nada que ver con el PP. "Ni con Pujol. Ni con Núñez. Somos un grupo catalán que canta en andaluz. Estamos de puta madre en El Vallés, nos gusta Barcelona porque vamos poco, la compañía es de allí (Horus), el mánager también... Y ahí seguimos. La compañía tiene mucho miedo de que nos abramos, pero ya decimos en la carátula que nos han dejado grabar lo que nos ha salío de los cojones, y eso es más importante que el dinero".El Sevilla, 100 kilos de peso, melena bicolor hasta los hombros, rápido y listo como una metralleta, se explica igual de bien ante la prensa que escribiendo sus letras. En el nuevo CD, que dura 71 minutos, hay "20 cortes: 17 canciones y 3 anuncios de la muñeca (una muñeca hinchable)". Una de ellas se titula Aquella vez que me cogí un pellisco en un huevo con la cremallera. Otra, Mi marío (el hijodelagranputade). Entre las letras, las hay infantilmente escatológicas, suciamente realistas y políticamente incorrectas. La muela empieza así: "El día que me puso los cuennos mi novia, la Encanni, me hinché de llorá. Aquella otra vez que pelé 250 kilos de cebolla en la mili también me hinché de llorá".
Todas quieren ser desenfadadas y divertidas, y suenan como himnos juveniles. El disco recuerda al lenguaje de El jueves (son amigos) y al estilo de No me pises que llevo chanclas ("nos parecemos como Metallica a los Beatles: nuestra canción más floja deja en nada a la más fuerte de ellos").
Maradona y "Ronardiño"
Entre las más tiernas están Follo me on the eskai (mi sofá), Te voy a comé tor buyuyu o Sexo, furbo y rocanró: "Yo tengo dos hijos que les puse de nombre Maradona y Ronardiño, y cada vez que me hasen una jugarreta yo pegarles no les pego, les enseño una tarjeta".Según MAR, "las radiofórmulas millonarias como Cadena 100 y los 40 Principales, no se atreven a emitir las canciones más fuertes. Pero se entiende. Los niños a veces oyen la radio, y no es su línea poner una canción que diga "me cago en el cura". Para ellas, han hecho un homenaje, La cansión del verano, "un tema comercial aposta, con estribillo fácil, distorsión a tope y letras a mala leche, a ver si la ponen".
El Sevilla cree que el fenómeno mojinos no tiene nada que ver con el marketing. "La compañía nos grabó el primer disco para tirarlo a la basura. No hicieron promo, y las radios sólo ponían los dos o tres temas más suaves. Con el directo -el año pasado hicimos 75 bolos- y las radios municipales vendimos 85.000 copias".
Las multinacionales se rifan ya a esta banda en la que tres son familia (el batería, Vidal Barja, es padre del guitarrista y hermano del bajista). Por cosas como éstas: "Hemos sido portada de la revista Shangay, los punkis y los niños se saben nuestras canciones, hacemos 25 temas en mes y medio, y los catalanes -el pueblo, claro, no las instituciones- nos consideran un grupo suyo".
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