Investigadores europeos suman esfuerzos para estudiar contaminantes desconocidos

Los investigadores ambientales europeos han decidido pasar página. Ante el desconocimiento generalizado de los efectos ambientales de los vertidos de origen industrial y urbano y tras años de enfoques minimalistas sobre unos pocos productos, los científicos europeos han abierto la veda para la caza de contaminantes desconocidos o con efectos hasta ahora no considerados. Los resultados de algunos de estos programas, financiados por la UE, fueron dados a conocer recientemente en París. Destacan, por lo novedoso de los enfoques, los relativos a la influencia de la contaminación atmosférica sobre los índices de mortalidad en grandes ciudades, el hallazgo de los hasta ahora poco conocidos disruptores estrogénicos o la influencia de las perturbaciones climáticas globales sobre la meteorología europea. El resultado de alguno de estos grandes proyectos puede obligar a replantear muchos de los programas de prevención ambiental."Cuando hablamos de contaminantes hay que expresar muy claramente a cuál nos referimos". La afirmación es de Klea Katsouyanni, coordinadora del programa Aphea en torno a los efectos nocivos de la contaminación atmosférica sobre la salud. El programa, estudia la relación entre los niveles de mortalidad y morbilidad hospitalarias cuando se dan incrementos puntuales de varios contaminantes, entre ellos dióxido de azufre, nitratos y partículas en suspensión.

Quince ciudades

Los resultados, basados en el análisis de 15 ciudades europeas, muestran "ligeros incrementos" de muertes hospitalarias debidas a problemas respiratorios y cardiovasculares, del 2% al 6%, así como aumentos de los ingresos hospitalarios por razones similares en las mismas proporciones. Los incrementos se corresponden, según expuso la experta, con episodios de contaminación atmosférica en los que se habían detectado concentraciones de 50 microgramos por metro cúbico por encima de la media habitual de cada ciudad.La correlación de ambas situaciones, adujo Katsouyanni, no indica que la contaminación sea la causa directa de las muertes o de los ingresos hospitalarios detectados, pero plantean nuevas dudas. La segunda fase del proyecto, en la que se incluyen 34 ciudades europeas, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, pretende dar luz a alguna de ellas. Por ejemplo, determinar si la suma de diferentes contaminantes potencia su acción o esclarecer si los episodios de contaminación son los responsables de las muertes.

Abundan las dudas en el vertido de contaminantes industriales a los cauces fluviales o directamente al mar. "Cerca del 80% de los contaminantes que se vierten a las aguas", sostiene Damiá Barceló, coordinador europeo para el programa Waste Water Cluster, "son desconocidos". Treinta equipos de investigación europeos analizan las aguas cercanas a áreas industriales. Durante estos dos últimos años, se ha comprobado cómo algunos productos se transforman por acción de la temperatura o de la composición de las aguas dando lugar a nuevos y desconocidos contaminantes, que pondrían en tela de juicio la idoneidad de las plantas depuradoras de aguas, no sólo en España sino en toda Europa.

Ozono en el Ártico

Otro gran proyecto dado a conocer por la UE en París es Theseo. Cerca de 400 investigadores de 20 países llevan varios años evaluando el adelgazamiento periódico de la capa de ozono situada en el Ártico. Durante este año y en el próximo, el equipo, coordinado por Jean Pierre Pommereau, investigador del CNRS francés, lanzará 15 grandes sondas a las capas altas de la atmósfera. Dos son los hallazgos que causan mayor inquietud entre los científicos. El primero, verificar la intensidad del agujero en el Ártico: la capa de ozono ha adelgazado el 50% en los tres últimos inviernos, dijo. El segundo, comprobar si efectivamente los niveles de ozono en áreas templadas, especialmente en Europa, han disminuido o no. "Los niveles actuales", afirmó, "están un 10% por debajo del de los años setenta". El proyecto debe determinar la influencia que el intenso tráfico aéreo que soporta Europa tiene sobre los niveles de ozono estratosférico.Este pasado invierno ha sido inusualmente suave y húmedo en la mayor parte de Europa. ¿Guarda ello relación con el impacto del fenómeno El Niño sobre las costas del Pacífico suramericano? La respuesta, según los responsables del proyecto Provost, en el que participan 11 grupos de investigación europeos, es "probablemente sí". El objetivo de este programa es desarrollar un modelo de predicción climática, que, afirmó Tom Palmer, su coordinador, "ha acertado" el comportamiento del clima para Europa durante el pasado invierno y puede predecir el clima a seis meses vista