La ONU acusa a las tropas de Kabila de masacrar refugiados hutus ruandeses

Las fuerzas que llevaron a Laurent Kabila a la presidencia de la República Democrática de Congo (antes Zaire), cometieron numerosas matanzas entre el otoño de 1996 y la primavera de 1997 contra los refugiados hutus ruandeses, según denuncia un informe de la ONU.

Este documento, hecho público ayer, no confirma la voluntad de las tropas de Kabila, apoyadas por el Ejército tutsi ruandés, de "eliminar" a los hutus refugiados en Congo, pero el texto advierte que "si se comprobara esa voluntad, constituiría un genocidio".

El documento, de algo más de 40 páginas, es muy crítico con Kabila. Fue redactado por los miembros de la Comisión de investigación de la ONU, que intentaron durante ocho meses —de agosto de 1997 a abril de 1998— aclarar los hechos sobre el terreno.

Los autores aseguran que han fundado sus conclusiones en "testimonios directos y pruebas materiales". Sin embargo, destacan que los obstáculos encontrados "hacen que actualmente sea imposible tanto confirmar como refutar la mayor parte de las alegaciones" de las masacres registradas por la comisión de investigación.

El informe no aporta cifras sobre la dimensión final que alcanzaron las matanzas, pero según el investigador de la ONU para el ex Zaire, Roberto Garreton, entre 150.000 y 180.000 personas fueron asesinadas durante el ascenso al poder en el país africano de Kabila.