La Casa Blanca no apoya la independencia de Taiwan
Taiwan reaccionó ayer con inquietud e indignación a la declaración sobre la isla efectuada por Bill Clinton en el transcurso de un diálogo en directo con los oyentes de una popular radio de Shanghai. El presidente de EEUU expresó lo que la Casa Blanca llama la política de los tres noes. "No apoyamos la independencia de Taiwan, no apoyamos la existencia de dos Chinas y no apoyamos la existencia de una China y un Taiwan", dijo. "Y no creemos que Taiwan deba ser miembro de ninguna organización para la que se requiera la condición de Estado. Considero que tenemos una política coherente".La reacción en Taipei fue inmediata. "EEUU y el régimen comunista no tienen derecho a efectuar negociaciones bilaterales sobre nada relacionado con nuestros asuntos", declaró Roy Tu, portavoz del Ministerio de Exteriores.
Clinton había planeado el contenido, el momento y el lugar de su declaración sobre la isla. Sus anfitriones deseaban que este viaje produjera una solemne declaración conjunta sobre Taiwan, pero Clinton, considerando que las ya existentes son suficientes, prefirió optar una unilateral efectuada fuera de Pekín y de modo no oficial.
El regreso a la madre patria de Taiwan es para el régimen chino y la mayoría de la población un asunto de primera importancia. Tanto en su debate improvisado ante los periodistas con el presidente Jiang Zemin en el Gran Palacio del Pueblo como en su diálogo con los estudiantes de la Universidad de Pekín, Clinton vio cómo sus interlocutores le sacaban de inmediato como primer tema la reunificación china. En uno y otro caso, reafirmó la política de una sola China adoptada por Nixon, pero insistió en que la reunificación debe ser pacífica. Pekín insistió ayer que EEUU debe unir los hechos a las palabras y cesar en su venta de armas a Taiwan.
