La CIA intenta superar su decadencia con una masiva contratación de espías
La CIA ha comenzado su mayor campaña de contratación de espías en toda la historia de los servicios de información norteamericanos, en un ambicioso esfuerzo para intentar superar la decadencia que afecta a esta agencia federal de EEUU desde el fin de la guerra fría. Los escándalos, los recortes presupuestarios y las constantes dimisiones de agentes han minado la eficacia del servicio de espionaje más famoso del mundo.
La Dirección de Operaciones de la CIA, responsable del espionaje secreto, se dispone a abordar este mismo año el reclutamiento masivo de oficiales de casos (espías), en un programa de contrataciones que durará hasta el 2005. El Congreso de EEUU ya ha dado los primeros pasos para aumentar los presupuestos de la agencia, según revelán altos funcionarios de la Administración. Además del nuevo plan de contrataciones, la CIA proyecta reabrir varias de las estaciones (oficinas) en el exterior que fueron clausuradas a comienzos de los noventa, cuando la desaparición de la Unión Soviética llevó a la Casa Blanca y al Congreso a ordenar un drástico recorte presupuestario del espionaje.El reclutamiento de nuevo personal es un claro signo de que la CIA admite su excesiva dependencia del denominado espionaje electrónico, como los satélites espía o las escuchas de telecomunicaciones. La agencia parece querer volver ahora al espionaje tradicional: situar a una persona tras las líneas del enemigo o en las mismas oficinas de los gobiernos rivales.
Las fuentes consultadas en la Administración norteamericana revelan que, a partir de este año, la CIA planea contratar una cifra de agentes cinco veces superior a la de 1995, cuando se registró el menor aumento de plantilla en toda la historia de la agencia.
El número actual de espías y estaciones de la CIA sigue siendo materia clasificada por el Gobierno de Washington, aunque algunos funcionarios han llegado a afirmar que hay menos de un millar de oficiales de casos.
Desde el final de la guerra fría la Dirección de Operaciones de la CIA ha perdido a algunos de sus espías con mayor expriencia, que presentaron la dimisión desmoralizados por las trabas burocráticas a su arriesgado trabajo y diversos escándalos.
