El lado femenino
De los 20.000 corazones que ayer se concentraron en Las Ventas es fácil decir que el 70% eran de mujeres, entre los 10 y los 40 años. Las que iban acompañadas por alguno de sus padres y las que ya se tiñen el pelo de rubio, todas se mostraban ordenadamente entregadas a un acontecimiento largamente ansiado e intensamente vivido. Porque en el caso de Alejandro Sanz no cabe hablar de individualidades. Es un fenómeno de masas. El placer individual de hacer propio un concierto formando parte de un pequeño auditorio se pierde ante la magnitud de una palpitación colectiva como la que se dio ayer.Todas y cada una de las canciones que interpretó Alejandro Sanz fueron ampliamente coreadas por un auditorio de voces femeninas, comprimido al máximo en todo el espacio del coso taurino. Pero esos coros que han obligado al cantante a subir el volumen de su voz a un nivel inusual eran una masa uniforme y emotiva. Los pocos estandartes con la imagen del cantante hablaban de una voluntad de hacerse parte del juego al que venían a participar.
Enamoradas del amor, tocinillos de cielo, venían a gritar con el alma y junto a su ídolo todos los temas que las hacen llorar a solas. El conjuro de Alejandro Sanz funciona perfectamente. El autor de Corazón partío logró ayer lo que todos los presentes estaban dispuestos a vivir. Una noche de romanticismo desatado y a todo pulmón.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.