"La política no es mi profesión, es sólo una ocupación"
Desde que en 1974 se afilió al partido socialista, toda su vida ha estado ligada a la administración pública en diferentes cargos. Le cuesta casi 10 segundos de reflexión pensar en otras aficiones. Incluso su carrera de médico está dormida esperando su jubilación como dirigente político. Pregunta. Se presenta como una cara nueva frente a rostros "gastados", pero el Monteseirín político es un viejo conocido del socialismo sevillano. Respuesta. Sí, es cierto, pero yo siempre he sido un referente de renovación dentro de mi partido. Yo fui la persona que planteó una candidatura de renovación frente a las anquilosadas estructuras del partido. Pero es que además ahora hablamos de una renovación generacional y yo represento otra generación de políticos para la ciudad. El problema de fondo es que Borbolla, y otros muchos Borbollas que hay en el partido, no se han dado cuenta de que Alfredito y otros muchos Alfreditos, somos ya gente con capacidad para coger el relevo. P. ¿No cree que se está sobrevalorando en el ámbito político el ser joven. Es un valor añadido para hacer política? R. La incorporación de nuevas generaciones de políticos a los puestos de responsabilidad supone refrescar, nuevas ideas. En otros ámbitos, el Senado, Congreso de los Diputados, me parece muy bien que haya una solera. Rodríguez de la Borbolla puede hacer un papel muy importante dentro y fuera de la política pero en la política local, la de trinchera, que necesita cercanía, entusiasmo, contacto con la gente, y pasión por lo local, hace falta gente del perfil político que yo represento. Los votantes esperan nuevas caras, nuevas formas. P. Cree que los ciudadanos toman más en cuenta las caras, nuevas o viejas, que los proyectos políticos? R. No es sólo cuestión de imagen. Se trata de transmitir cosas nuevas. Si planteas a las gentes compromisos y se lo planteas con la misma imagen no tendrás la misma credibilidad que si lo haces desde un planteamiento nuevo en el que lo que se habla es de futuro y no hay referencias ni reproches sobre lo realizado en el pasado. P. Firmará contratos con los vecinos que garanticen la resolución de sus problemas. ¿La gente no confía en los políticos ni en los programas electorales tradicionales? R. Es natural. Ese alejamiento de las políticas regionales y nacionales se tiene que compensar con el acercamiento a lo local. Que los ciudadanos sean partícipes, de las cosas cotidianas que les preocupan. P. Estos días de campaña ha repetido que conoce bien la ciudad. ¿Le conocen a usted los sevillanos, más allá de su perfil político? R. Tengo 40 años. Soy médico. Nací en La Rinconada, muy cerquita de Sevilla, porque mis abuelos eran maestros allí. Mi padre también es maestro y a los seis años me vine a vivir a Sevilla porque él empezó a trabajar como profesor en el colegio de los Escolapios. P. ¿Usted estudió ahí? R. Desde los seis años hasta los 16. A mí no me costaba nada porque mi padre trabajaba aquí. Estuvo durante 20 años, por eso para mí es más que el colegio. Mi padre fue secretario general de la UGT-FETE. Eso le costó el empleo y una enfermedad de la que murió, un infarto. P. ¿Su vocación política nace del ambiente que vivió en casa? R. En mi casa no estaban politizados. Había una gran sensibilidad social que fue el caldo de cultivo, quizá, para decidirme a estudiar medicina y contribuir a paliar con mi esfuerzo el sufrimiento de los demás. Pero al madurar te das cuenta de que el proceso va desde una perspectiva de la atención individual a una preocupación colectiva y social. P. ¿Ha ejercido como médico? R. He sido médico en la Bachillera, en el Polígono Norte y en el Vacie. Pero cuando me ofrecieron ser diputado provincial dejé mi plaza y la perdí. Me pareció apasionante la oferta de ser diputado, tan joven. Tenía 21 un años. Luego hice oposiciones en Madrid y soy médico inspector. Volveré a la medicina cuando termine mi paso por la política porque esto no es mi trabajo, es una ocupación y no una profesión para mí. P. Algún sindicalista que ha manifestado su apoyo por usted confía en que desde el ayuntamiento establezca una relación más cercana con los sindicatos en la lucha por el empleo. R. Durante estos años de gobierno municipal de la derecha no ha habido una relación con los sindicatos. Mantener esa relación es una manera progresista y amplia de entender el papel de un ayuntamiento, que debe ser una locomotora del desarrollo económico de la ciudad. P. ¿Cual es el gran problema de Sevilla? R. El desempleo. No se ha hecho nada en los últimos años. Desde el ayuntamiento también hay que ayudar. P. Usted ofrece siempre la cercanía con los ciudadanos. ¿La ha perdido el partido socialista en sus años de gobierno o en la misma oposición? R. En el partido ha habido momentos difíciles, con dificultad para el diálogo con la sociedad, pero a través de política local debiera de haberse producido el reencuentro con los ciudadanos que se está recuperando ahora con las primarias municipales. P. A veces da la impresión de que las primarias sirven para zanjar rencillas políticas internas? R. Todo lo contrario en Sevilla. Gracias a mi candidatura se están borrando las fronteras entre nosotros. Me apoya gente que apoyaron a Alfonso Guerra y que estuvieron contra él; algunos que apoyaron a Pepe Borrell y a Almunia. Incluso los que estaban con Borbolla. P. Y los tira y afloja durante la campaña entre los dos adversarios ¿no darán una imagen perjudicial ante los votantes? R. No, falta un año para las elecciones. La gente presta más atención al partido gracias a esta confrontación fraternal. Nos estamos diciendo las cosas de manera transparente sin ocultar nada. Y en ese terreno tengo ventaja, jugando a las claras. P. ¿Cuál es su relación actual con Rodríguez de la Borbolla? R. Los dos nos estamos tomando en serio la competición. Yo más a las claras, él de una manera más subrepticia, pero a fondo los dos. El día después, Pepe Rodríguez de la Borbolla y yo seremos militantes del mismo partido y pelearemos contra la derecha cada cual en el sitio que los militantes nos den. P. Dice que el actual ayuntamiento está desguazado y cuarteado en referencia al gobierno compartido entre el PP y el PA. ¿Si usted tuviera que pactar...? R. La decisión la tomará el partido con independencia de quién sea el candidato pero en cualquier caso yo nunca participaré en una especie de reparto del botín entre dos fuerzas políticas. Procuraré que el pacto sea de gobierno o apoyos puntuales con IU. P. ¿Participa de las tradiciones de la ciudad? R. Disfruto y amo las tradiciones vivas de la ciudad, las que se practican año tras año. P. ¿Semana Santa o Feria? R. Semana Santa. Por tradición familiar. Pero las tradiciones no deben ocupar toda la atención de los representantes municipales. Eso es ciudad pero también lo son los barrios. P. Además de la política, ¿qué otras cosas le gustan? R. [Piensa largamente]. Me gusta el fútbol, soy bético. Me gusta mucho escribir, pasear, la naturaleza. Y la lectura, leo ensayos, me gusta la historia.
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