La economía creció un 3,7% en el primer trimestre, aunque comienza a mostrar síntomas de cansancio

El producto interior bruto (PIB) creció un 3,7% en términos reales durante el primer trimestre del año gracias al dinamismo de la demanda interna, mientras que el sector exterior volvió a ofrecer una aportación negativa por segundo trimestre consecutivo. Así, el crecimiento económico español, si bien mantiene el tono expansivo del ciclo actual, comienza a mostrar ciertos síntomas de agotamiento. El Gobierno acogió estos datos con satisfacción, aunque el PSOE alertó sobre el riesgo que supone una tasa de crecimiento cercana al 4% asentada sólo en la demanda interior.

La economía española creció un 3,7% durante los tres primeros meses de 1998 en términos de Contabilidad Nacional, según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el cual señaló que "se mantiene el tono expansivo de la actual fase cíclica, aunque de forma progresivamente atenuada".La demanda interna ha sido, una vez más, la impulsora del crecimiento, al aportar 4,1 puntos (casi medio punto más que en el trimestre anterior) y compensar el mal comportamiento del sector exterior, que ha vuelto a ser negativo por segundo trimestre consecutivo (-0,4 puntos frente a -0,1 puntos en el ultimo trimestre de 1997).

Aumentan las inversiones

El INE resalta que el mayor dinamismo de la demanda interna se debe, básicamente, al aumento del ritmo de las inversiones, que han crecido un 8,8% (especialmente en bienes de equipo, con un 14,9%), mientras el consumo privado se ha estabilizado en el 3,5% (debido a la pérdida de impulso en los gastos de alimentación, compensado por el vigor del consumo de bienes duraderos y los gastos en transportes y comunicaciones). Así, la aportación del consumo privado al crecimiento del PIB se sitúa en 2,2 puntos. El consumo público ha registrado un crecimiento nulo debido a la contracción de los consumos intermedios, que compensa la aceleración estimada para la remuneración de los empleados públicos.A nivel exterior, se han acelerado las importaciones, con un crecimiento del 14,9%, especialmente las de bienes, puesto que las de servicios no turísticos están estabilizadas, mientras que las exportaciones han crecido un 14,1%, ocho décimas menos que en el trimestre anterior.

Desde el punto de vista de la oferta, todas las ramas de actividad registran crecimientos desacelerados, con la excepción de la construcción, que sube al 4,5%, frente al 3,9% del trimestre anterior. La industria -sin la construcción- creció un 5,3% (5,5% anterior), y los servicios aumentaron un 2,9% (3,1%). También la agricultura muestra tasas interanuales negativas (-2,5%), aunque mejora respecto al último trimestre de 1997 (-5,4%). El empleo en términos de Contabilidad Nacional creció un 2,7%, lo que, junto con el descenso de la población activa, ha permitido reducir un 8% la tasa de paro interanual.

El Ministerio de Economía acogió estos datos con satisfacción, y afirmó que "el dinamismo de la demanda interna, fundamentalmente de la inversión, se está viendo impulsado por la caída de los tipos de interés, el avance de la confianza y las perspectivas de estabilidad introducidas por el euro".

Por el contrario, Juan Manuel Eguiagaray, portavoz económico del PSOE, expresó su temor a que, si la economía española continúa creciendo a tasas cercanas al 4%, asentada en la demanda interna, puedan producirse "efectos no deseados a medio plazo", y alertó del riesgo de que así no se pueda sostener el crecimiento.