_
_
_
_

El ingeniero jefe de la mina de Aznalcóllar niega que faltaran controles en la balsa

La empresa propietaria de las minas de Aznalcóllar aprovechó su turno para devolver la bola enviada por Geocisa. El ingeniero jefe de la mina, Aquilino Cazorla, aseguró ayer a la juez que instruye el caso del vertido tóxico en el río Guadiamar que la balsa siniestrada cumplía con todas las medidas de seguridad. El empleado de Boliden rechazó así que faltaran sistemas de control como declaró el pasado lunes un técnico de Geocisa, empresa encargada de la supervisión del estado de la balsa. Rafael Pérez Vargas, abogado de Geocisa, afirmó tras la declaración del ingeniero Daniel Comesaña en el Juzgado número 2 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) que Geocisa "no tenía un control global sobre la presa sino que se limitaba a actividades puntuales". Ayer, en el mismo juzgado, Cazorla sostuvo lo contrario, según explicaron abogados presentes en su comparecencia. Y aportó documentos para probar que Boliden puso en marcha los mecanismos de control requeridos. Aforadores Según Cazorla, el sistema de aforadores -instrumentos que debían medir las filtraciones- recomendado por Geocisa fue sustituido por muestras manuales en varios puntos. Fuentes de Boliden explicaron que la construcción de un muro alrededor de la balsa impidió la instalación de los aforadores en 1997. Estas mismas fuentes indicaron que a finales del año pasado se realizó una batimetría -mapa topográfico de la situación de los lodos- desde un barco en la superficie de la balsa. Y que encargaron otro informe similar a Geocisa que ésta no realizó. En el juego de declaraciones entablado por empleados de Geocisa y Boliden para desmarcarse de la responsabilidad en el control de la balsa, que reventó el pasado 25 de abril y dejó escapar cinco millones de metros cúbicos de lodos tóxicos, Cazorla abrió un nuevo escenario. Según abogados presentes en su declaración, el ingeniero explicó que toda la información que Boliden recibía de varias empresas, incluida Geocisa, sobre el estado de la balsa, era conocida por la Consejería de Industria. Por otra parte, Félix Pérez Miyares, coordinador para las actuaciones del Gobierno en Doñana, anunció ayer que se construirá una depuradora para tratar tres millones de metros cúbicos de aguas tóxicas retenidas en Entremuros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_