_
_
_
_

Clinton emprende su viaje histórico a China con espíritu «pragmático»

Bill Clinton tendrá a partir de la próxima madrugada 16 horas de viaje a bordo del Air Force One para estudiar el ingente material sobre China que le han preparado sus colaboradores. Cuando los norteamericanos se vayan esta noche a la cama, el presidente de EE UU emprenderá el viaje más polémico y de mayor calado estratégico de sus cinco años en la Casa Blanca. Con un espíritu que él calificó ayer de «pragmático».

«Pretendo», dijo, «expandir nuestras áreas de cooperación y discutir directamente nuestras diferencias, especialmente respecto a los derechos humanos».Las autoridades chinas aprovecharán el tiempo que falta hasta la llegada de Clinton para retirar los últimos ejemplares aún a la venta de un libro sobre las aventuras sexuales del presidente norteamericano. Clinton: un presidente con fuertes impulsos, aparecido en mayo, fue el gran éxito de ventas de la primavera en las librerías chinas, hasta que, en un gesto de buena voluntad hacia su huésped, el Gobierno de Pekín decidió prohibir su difusión. Para entonces ya estaban vendidas la mayoría de las 30.000 copias del texto, que cuenta las aventuras de Clinton con Gennifer Flowers, Paula Jones y Monica Lewinsky.

Como Pekín, Clinton también desea fervientemente que esta visita de nueve días -la primera de un presidente norteamericano al gigante asiático desde la represión en 1989 de la revuelta de Tiananmen- sea un éxito. La mayoría republicana del Congreso y los muchos simpatizantes norteamericanos de los disidentes chinos y los lamas tibetanos van a escrutar sus palabras y sus gestos, empezando por la ceremonia de bienvenida que se celebrará el sábado en Tiananmen.

Clinton ha adelantado que instará a sus anfitriones a entrevistarse directamente con el Dalai Lama y hacer progresos en materia de democracia y derechos humanos. Pero también ha dicho que se guiará sobre todo por «la promoción de los intereses norteamericanos», una alusión al deseo de tantas grandes empresas estadounidenses de hacer negocios con China.

La Casa Blanca, según The Washington Post, decidió cambiar su política después de que los dos gigantes estuvieran al borde de un enfrentamiento militar directo en marzo de 1996, a raíz de las maniobras del Ejército chino en el estrecho de Taiwan. El peligro fue tan grave que se impusieron en el seno del equipo de Clinton los partidarios de comenzar un proceso de deshielo. Su primer hito fue la visita a EE UU efectuada el pasado otoño por el presidente chino, Jiang Zemin.

Los documentos preparados por sus asesores insisten en que China sólo puede progresar hacia una sociedad más abierta y tolerante de un modo gradual. Y le aconsejan no celebrar reuniones públicas con los disidentes.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_