El proyecto de funicular para Ciutat Meridiana causa malestar en el Ayuntamiento de Barcelona
La oferta de la Generalitat de llevar un funicular subterráneo hasta los barrios de Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona como alternativa a la tantas veces reivindicada prolongación del metro ha causado fuerte malestar en el Ayuntamiento de Barcelona porque se ha planteado directamente a los vecinos sin someterla a la consideración de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), organismo que está estudiando otras alternativas. La ATM está presidida por el consejero de Política Territorial, Pere Macias, y en ella está representado también el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento cuestiona fundamentalmente la forma en que se ha planteado el proyecto y no entra de momento a discutir si el funicular es el medio de transporte idóneo para satisfacer las necesidades de la población de la zona norte de Nou Barris, en la que residen 22.000 personas, aunque las preferencias municipales se inclinan más por la opción de construir un metro ligero que por la del funicular. El Ayuntamiento entiende que el metro ligero ofrece mejor servicio y su coste es la mitad de que lo que costaría el funicular. La alternativa del funicular subterráneo o sistema automático guiado, que tendría un coste de 5.000 millones de pesetas, forma parte de un estudio más amplio encargado por la Generalitat que en estos momentos está examinando la ATM. El trabajo incluye el análisis de lo que supondría prolongar el metro hasta Ciutat Meridiana, cuyo coste ascendería a 14.500 millones de pesetas. El llamado tren ligero es la opción más económica -2.550 millones de pesetas- y la que garantiza mayor cobertura, aunque tiene en su contra un mayor tiempo de espera (10 minutos, frente a los seis del funicular) y un mayor coste de explotación. Finalmente, el estudio se refiere también al reforzamiento de la actual red de autobuses para dar mayor cobertura a estos barrios, lo que requeriría invertir 390 millones. Metro ligero El director general de la ATM, Joaquim Fonollosa, declaró ayer a este diario: "No puede ser verdad que la Generalitat vaya prometiendo metros, funiculares y cosas que no puede cumplir, y que encima el proyecto que propone no sea la mejor de las opciones posibles". Fonollosa cree que tampoco es la que más interesa a los vecinos y recuerda que "la Generalitat ha dicho por activa y por pasiva que el único organismo que puede planificar el transporte metropolitano es la ATM, en la que ella cuenta con una representación mayoritaria". "Enric Ticó [director general de Transportes] está mal aconsejado por sus asesores y hace un flaco favor a la Generalitat y al consorcio de la ATM, a cuyo consejo ejecutivo pertenece", apostilló. Un portavoz del Departamento de Política Territorial indicó ayer que Enric Ticó no tenía nada que añadir a lo que ya ha explicado a los vecinos. El alcalde Joan Clos no quiso pronunciarse antes de estudiar con más calma la propuesta de la Dirección General de Transportes, pero sí recordó que es la ATM la autoridad válida para gestionar y decidir sobre las infraestructuras necesarias. Eel concejal del distrito de Nou Barris, el socialista Antoni Santiburcio, señaló que la opción que de momento parece más idónea es la del metro ligero porque se podría conectar con la red de metro convencional, con posibilidad de ampliar el servicio en dirección a Montcada y a otras zonas de la ciudad, como Can Dragó. Para Santiburcio, lo principal es que el Gobierno catalán tenga la voluntad política de solucionar el problema del transporte de estos barrios y que se destinen los recursos necesarios para ello, porque sobre las soluciones técnicas concretas, dijo, "seguro que luego nos pondremos de acuerdo". El edil resumió echando mano del refranero: "No es lo mismo predicar que dar trigo". Santiburcio pidió más rigor y seriedad a la Generalitat, y dijo: "Que dejen de marear la perdiz". Un portavoz de la Plataforma Cívica del Transporte, entidad que agrupa a asociaciones de vecinos, sindicatos y grupos ecologistas para reivindicar un transporte público de calidad, indicó ayer que a los vecinos no les interesa que se entable una nueva batalla entre instituciones. En su opinión, una batalla institucional lo único que puede hacer es retrasar la solución del problema de incomunicación que viven desde siempre estos barrios periféricos de Barcelona. La plataforma pide que las instituciones se pongan de acuerdo y tomen una decisión en el seno de la ATM, "que para eso existe".
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