La Diputación asegura que la ría del Nervión estará recuperada en 2000

"En el año 2000 podrá haber vida piscícola a la altura del museo Guggenheim". La diputada vizcaína de Medio Ambiente, Esther Solabarrieta, pronosticó ayer en las Juntas Generales la fecha en que la ría de Bilbao verá reducida ostensiblemente su contaminación actual. Solabarrieta fue menos explícita sobre la acusación formulada por el fiscal del Tribunal Superior contra los constructoras de la depuradora de Gorliz por delito ecológico: "No dispongo del informe del fiscal y no podemos decir nada".

Los anuncios sobre el día en que el Nervión esté limpio se han sucedido en las dos últimas décadas con escaso acierto. Las previsiones sobre la conclusión del Plan Integral de Saneamiento -el proyecto de mayor inversión en Euskadi, con casi 80.000 millones, que debe sanear la ría- también se han incumplido: primero fue 1999, luego 2002 y ahora 2004. Sin embargo, la diputada foral de Medio Ambiente no tuvo dudas ayer, en respuesta a la pregunta formulada por IU. Dijo que ahora sólo hay carencia de oxígeno en un tramo de kilómetro y medio, desde el puente de Deusto al Arenal. "En el 2000 ya no habrá anoxia [falta de oxígeno] y la superficie del caudal de la ría [en dicho tramo] superará el 60% de oxígeno y en las zonas media y profunda, el 30%. La vida volverá a fluir por las aguas del Nervión", sentenció la titular vizcaína de Medio Ambiente. Solabarrieta expuso las distintas fases de recuperación de la ría, que prevén acabar con los vertidos directos al Abra y de toda la población de la capital para 1999. En 2004 dejarían de arrojarse desechos fecales de otros nueve municipios: Etxebarri, Basauri, Galdakao, Zaratamo, Arrigorriaga, Miravalles, Alonsotegi, Erandio y Loiu. Según sus datos, ahora se están retirando 205 toneladas diarias de fangos, aunque admitió que, tras la recuperación de los niveles de oxígeno, se deberá acometer el tratamiento de los lodos del fondo de la ría. "Para esto hay muchas instituciones competentes y supondrá una fuerte inversión", dijo. El portavoz de IU, Txema Fernández, se mostró escéptico sobre la fecha del año 2000. "Yo soy de los que dicen "ver para creer" y en el fondo de la ría hay metales y sustancias contaminantes que siempre entrañan riesgo", sentenció. La diputada eludió comentar la acusación de delito ecológico por la construcción, utilizando material contaminante, de la depuradora de Gorliz, un proyecto encargado por la Diputación. Se escudó en su desconocimiento del informe del fiscal y en que cualquier comentario "podría entenderse como una injerencia" en el proceso judicial. Después de que la oposición reprochase la inhibición de la Diputación al no parar las obras y preguntase si realmente existe control de los proyectos, añadió: "Las obras sólo las puede parar el juez; nosotros no. Puedo decirles que personalmente controlo las que son de mi competencia".