Condiciones y servicios

"Ya tenemos desde hace tiempo la evaluación del Palau, ahora queremos hacer la del auditorio, y serán condiciones como la acústica y los servicios al público que ofrezca la nueva sala lo que determinará, además de las preferencias de los artistas, que programemos más o menos conciertos en la sala", explica Josep Maria Prat. "Soy partidario de que la música se haga con las máximas garantías de calidad para el intérprete y para el público, y experimentaremos qué ofrece el auditorio, aunque hay artistas que están acostumbrados a una sala y no les gustan los cambios", dice Antoni Sàbat. El director de Euroconcert asegura que aunque tiene reservas hechas en el auditorio para varios conciertos, ha duplicado la reserva en el Palau de algunos. "Tomaré la última decisión cuando empiece a funcionar el auditorio", revela. "Hay aspectos complementarios a la celebración de un concierto que hay que tener muy en cuenta", dice. "¿Qué facilidades tendrá el público? ¿Serán las áreas de descanso, el bar y el guardarropa más amplios y mejores que los del Palau? ¿Tendrá el auditorio un buen piano, un clavicémbalo y un órgano desde el primer día o el organizador tendrá que alquilar los instrumentos, con el consiguiente aumento del coste del concierto, cuando se necesiten para un concierto? Si programo un oratorio, ¿podré ensayar la noche anterior y se me aplicará la misma tarifa que tengo en el Palau? La respuesta a éstas y otras cuestiones es fundamental, al margen de la mayor capacidad del auditorio, que es algo que siempre ayuda a equilibrar los balances presupuestarios". Para Tito Ramoneda, las necesidades son otras. "Para mí son importantes las condiciones de sonorización de los conciertos y la posibilidad de contar con iluminaciones especiales para los montajes. El Palau es un edificio no pensado para conciertos amplificados y en el que no se pueden colgar luces, eso ha motivado que no haya podido traer determinados espectáculos", explica. Los tres programadores están convencidos de que la novedad hará que el auditorio tenga un número considerable de conciertos y que atraerá a mucho público. "Está demostrado que todos los auditorios nuevos tienen durante sus primeros años un alto índice de ocupación por la curiosidad del público", asegura Josep Maria Prat.