El auditorio ya tiene registradas 92 reservas
VIENE DE LA PÁGINA 1 "Queremos ver cómo funciona el auditorio, pero no queremos que nuestro ciclo de conciertos se identifique con una sala", explica Josep Maria Prat, de Ibercàmera. "Nosotros somos unos organizadores de conciertos privados, pero se tiende a identificar nuestra temporada musical con el Palau, que es donde siempre se ha celebrado, no con la marca Ibercàmera. La gente se abona a una temporada de conciertos y no a una sala, y buscaremos para cada concierto el local más adecuado, se llame Palau, auditorio o Liceo", añade. El ciclo que dirige Prat celebrará los cinco últimos conciertos de su próxima temporada en el nuevo auditorio. "Hicimos la reserva y pedimos el precio, pero no nos lo dijeron. Considero lógico que las administraciones que rigen los dos auditorios no quieran vestir a un santo y desvestir a otro", zanja Prat. Tito Ramoneda, de Project, también tiene fechas reservadas en una y otra sala. "Para mí, reservar fechas en el Palau y en el auditorio es una cuestión de estrategia al margen de la adecuación del concierto a una u otra sala", explica. "Los organizadores de conciertos de música clásica programan con años de anticipación, yo trabajo con una máximo de seis meses de adelanto, pero como el festival de jazz y el de guitarra se celebran en una sala de conciertos en la que predomina la música clásica, debo reservar fechas con mucha anticipación para evitar quedarme sin local. La posibilidad de contar con dos salas me permite jugar a uno u otro espacio y no tener que renunciar a un concierto porque los intérpretes no pueden tocar el día que yo la tengo reservada". Aunque la tarifa de alquiler del auditorio sea la misma que la que aplica el Palau, el precio que pagará el organizador no será idéntico. "El Palau tiene un aforo de 2.080 localidades y el auditorio tendrá 2.300, el cliente pagará un cantidad ligeramente superior y proporcional al mayor número de butacas", explica Miquel Lumbierres, gerente del auditorio. La unificación de los precios de las dos salas de conciertos ha sido, desde el inicio de la construcción del auditorio, una reclamación de Fèlix Millet, director ejecutivo del Palau de la Música y presidente del Orfeó Català, "No tenía sentido que un consorcio público propietario y gestor del auditorio hiciera la competencia a otro del que forman parte las mismas administraciones", dice Millet. El auditorio, a poco menos de un año de su inauguración, ya tiene 92 reservas para el periodo que va de abril a diciembre de 1999, 54 de los cuales corresponden a conciertos de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, que tendrá allí su sede. "La respuesta de los organizadores de conciertos está siendo muy buena, y todavía no hemos hemos empezado la ofensiva de captación de clientes", explica Lumbierres. "Si celebro la mitad de los conciertos de mi temporada en el Palau y la otra en el auditorio, ¿se dejará de considerar una temporada y perderé el trato de cliente preferente en una y otra sala?", se pregunta Antoni Sàbat, de Euroconcert, ante la ausencia de una lista oficial de tarifas y condiciones de alquiler del auditorio pese a que sus responsables ya aceptan reservas.
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