El auditorio cobrará a los promotores el mismo alquiler que el Palau para evitar una guerra de precios

Modernidad y mayor aforo contra historia y modernismo. Ésta es la única guerra en la que están dispuestos a luchar los responsables del Auditorio de Barcelona. Con la apertura, en abril de 1999, de la sala sinfónica de la plaza de las Glòries, el Palau de la Música dejará de ser la única opción para los organizadores de conciertos. No tendrán, sin embargo, la posibilidad de escoger el que ofrezca mejores condiciones económicas. Los responsables del auditorio han decidido aplicar la misma tarifa de alquiler que el Palau. Pese a que ya se hacen reservas, no se han oficializado las condiciones. Los programadores, sin embargo, aseguran que si la tarifa es la misma que la del Palau, es cara. "No hay un pacto con el Palau, pero sí la voluntad de no iniciar una guerra de precios", dice Miquel Lumbierres, gerente del auditorio. "Si el precio de alquiler del auditorio ha de ser el mismo que el del Palau, continuará siendo caro para los organizadores de conciertos", asegura Antoni Sàbat, director del ciclo Euroconcert, que ya tiene en su haber 13 temporadas. La misma opinión sostiene Tito Ramoneda, de la empresa Project, organizadora de los festivales de guitarra y jazz, que se celebran en el Palau. "El precio de alquiler del Palau es bastante más caro que el de otros locales, pero son los responsables de las salas de conciertos los que deben adoptar una política de precios de alquiler, no yo. En cualquier caso, no dejaré de celebrar un concierto en el local más adecuado por un precio menor de alquiler en otra sala", dice. Ramoneda, Sàbat y Josep Maria Prat, director del ciclo Ibercàmera, que lleva celebrándose 14 temporadas, ya han reservado fechas para 1999 en el auditorio, pero advierten que no piensan dejar el Palau.PASA A LA PÁGINA 7