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DUELO NUCLEAR EN ASIA

Pakistán decreta el estado de emergencia por temor a un estallido social tras las sanciones

El estado de emergencia decretado ayer en Pakistán muestra que el Gobierno de Islamabad se toma en serio el riesgo de descontento popular frente a las dificultades que podrían derivarse de las sanciones económicas internacionales anunciadas tras sus pruebas nucleares. El presidente Mohamed Rafiq Tarar, un integrista musulmán próximo al primer ministro, Nawaz Sharif, justificó la medida por una «amenaza de agresión externa», una referencia obvia a India. No obstante, los economistas paquistaníes temen el efecto de las sanciones sobre la ya débil economía nacional.

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Algunas horas antes de llevar a cabo las pruebas nucleares subterráneas en el suroeste del país, las autoridades de Islamabad se hicieron eco de amenazas indias contra sus instalaciones nucleares. El artículo 232 de la Constitución utilizado por el presidente Tarar para imponer el estado de emergencia prevé sobre todo restricciones a las libertades públicas e individuales.Los observadores consideran sin embargo que estas medidas muestran el temor de los responsables paquistaníes frente a eventuales dificultades económicas y sociales motivadas por las anunciadas sanciones internacionales. Según economistas locales, esas represalias económicas pueden agravar la situación del país, ya bastante amenazada por el peso de la deuda y los déficit presupuestarios crónicos.

«Va a haber una seria recaída económica tras las sanciones que van a causar más inflación y suspensiones de proyectos que dependían de la financiación exterior», asegura en Karachi Asad Said. Se estima que un 75% de las inversiones públicas dependen de la ayuda exterior, lo que motivará el abandono de numerosos proyectos, en especial en los terrenos social y de infraestructuras. Ya al anunciar las pruebas, el primer ministro había advertido a sus compatriotas en un mensaje televisado que iban a tener que enfrentarse a un periodo de austeridad debido a las sanciones. La decisión paquistaní, que fue presentada en Islamabad como una respuesta al desafío indio en el terreno atómico, han generado de hecho vivas condenas internacionales.

Pakistán intentó ayer minimizar los daños con la propuesta de que todos los países del mundo se unan para garantizar la paz en el sur de Asia. El secretario del Ministerio paquistaní de Asuntos Exteriores, Shamshad Ahmad, hizo esta propuesta a todos los embajadores y jefes de misión acreditados en Islamabad.

«Pakistán propone que todos los miembros de la comunidad internacional se nos unan para afrontar las implicaciones de la nuclearización del sur de Asia con vistas a adoptar medidas efectivas, verificables y que no sean discriminatorias para promover la paz, la estabilidad y la confianza en el océano Índico y regiones adyacentes», manifestó Ahmad, según un comunicado oficial.

En similar tono conciliador se expresó el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, quien se manifestó preparado para mantener un diálogo con Pakistán. Precisó no obstante que su vecino «debe olvidar la idea de que puede hacerse con Cachemira por la vía militar».

El embajador de Pakistán ante la Conferencia de Desarme de la ONU, Munir Akram, aseguró en Ginebra que su país no desea una carrera armamentista en Asia, informa Luis Vázquez. «Sólo se ha querido restablecer una situación de paridad para evitar sufrir el chantaje de India», afirmó. Akram acusó a la comunidad internacional de no haber sido firme con India al permitirle la realización de cinco pruebas nucleares. «En otras palabras, sentimos que se dio luz verde a Nueva Delhi», afirmó.

La posibilidad de que el Gobierno paquistaní realice una nueva prueba, tal como han asegurado desde el anonimato algunos funcionarios estadounidenses, no ha sido claramente desmentida por Islamabad. En tanto que los ministros de Exteriores y de Finanzas aseguraron que su país no planea más pruebas «de momento», el titular de Información rechazó descartaar la posibilidad de nuevos ensayos. «Haremos lo que sea necesrio para proteger nuestra defensa, nuestra seguridad y nuestra soberanía», afirmó Mushahid Husain.

El temor a una nueva explosión experimental, tal vez hoy mismo, fue reavivado por una radio alemana que recogía esta posibilidad citando como fuente un destacado científico nuclear paquistaní que no nombró.

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