«La educación es a la vez revolucionaria y conservadora», afirma Fabricio Caivano

«La educación tiene dos facetas: una revolucionaria y otra conservadora. Pero, a veces, tanto pedagogos como periodistas nos quedamos sólo en una de ellas, cuando hay que ver las dos», dijo ayer el periodista Fabricio Caivano, que recibió de manos de la ministra de Educación, Esperanza Aguirre, el primer Premio Esteban S. Barcia de periodismo de educación, convocado por la Fundación Universidad-Empresa (FUE) de Madrid.Caivano, que fue director de la revista Cuadernos de Pedagogía durante 22 años y hoy trabaja para El Periódico de Catalunya, señaló la necesidad de efectuar una reflexión -«que es de sentido común»- sobre el periodismo de educación de cara al siglo XXI. Se trata, según Caivano, de que los que se vayan retirando de la profesión dejen una estela a los jóvenes sobre la importancia que tendrá en el nuevo siglo este tipo de información.

El acto de entrega se celebró en la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, coincidiendo en la fecha con el XVI aniversario del nacimiento del suplemento de Educación de EL PAÍS (25 de mayo de 1982), impulsado y dirigido por Esteban S. Barcia. «El premio trata de rememorar la labor que desarrolló con tanta eficacia y durante tanto tiempo Esteban S. Barcia», dijo Rafael Puyol, rector de la Complutense de Madrid, que presidió el jurado.

Poco después de la muerte de Esteban S. Barcia, en agosto de 1996, Antonio Sáenz de Miera, director de la Fundación Universidad-Empresa, estimulado por la labor del periodista -«que trabajó con calidad, independencia y sentido ético de la profesión»- y por la importancia que ha adquirido este tipo de información, tuvo la idea de convocar el premio, dotado con un millón de pesetas, para recompensar a medios de comunicación y profesionales de este campo.

El jurado decidió por unanimidad conceder el primer premio al veterano Fabricio Caivano y otorgar una mención honorífica a las jóvenes periodistas del Heraldo de Soria Susana Gómez y Amaia Uriz, uniendo así dos generaciones.

Para la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, «existe un antes y un después de Esteban S. Barcia». Aguirre resaltó el prestigio que tienen hoy los suplementos de educación y recordó que Barcia «fue el primero en dirigir e impulsar la idea de que los temas educativos debían contar con un tratamiento destacado y diferenciado en la prensa diaria».

Fabricio Caivano representa, según la ministra, «la persona que ha desconfiado de las teorías que creen haberlo resuelto todo y que mantiene siempre viva su inteligente capacidad de análisis».

La profesionalidad que puede aportar la joven generación de periodistas, con sus nuevas propuestas, y la sugerencia a los medios de comunicación de que presten interés al papel preponderante que desempeñarán los temas educativos en el futuro, fueron destacados por Jesús Ceberio, director de EL PAÍS. Ceberio recordó que Esteban S. Barcia logró que los medios de comunicación dieran más relevancia a estos temas.

Ambos periodistas (Caivano y Barcia) resumen, para el director de EL PAÍS, la voluntad de convertir la educación en un centro de interés informativo. «Al menos en el caso de EL PAÍS», puntualizó, «se lo debemos fundamentalmente a Esteban S. Barcia».

El acto se cerró con la interpretación por el Trío Arbos de una pieza para violín, violoncello y piano de Luis de Pablo.