El análisis de la saliva, futuro del diagnóstico de enfermedades

La saliva no sólo es un fluido cargado de buenas propiedades, sino que también es capaz de hablar acerca de las enfermedades de su propietario. «Es la futura herramienta habitual para diagnosticar enfermedades», vaticinó Mariano Sanz, profesor de Periodoncia de la Universidad Complutense, de Madrid, en la reciente celebración del Día Nacional de la Salud Buco-dental. En el ámbito científico ya se detecta así la diabetes, la presencia de oncogenes, fibrosis quística y anticuerpos de virus del sida, según este especialista. Pero este método diagnóstico -menos agresivo y más rápido que el análisis de sangre, según Sanz- también puede adivinar desórdenes afectivos, predecir la fertilidad y la ovulación o el grado de exposición al tabaco.Además, los odontólogos quisieron quitarle la mala fama como portadora de algunas enfermedades. «No hay ninguna posibilidad de transmisión de hepatitis, ni de sida, a través de la saliva», zanjó el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid, Juan Antonio López Calvo. «Aunque los virus estén presentes en la saliva ésta posee unas proteínas capaces de inactivarlos», añadió. En cambio, el herpes, la varicela y las paperas encuentran en el fluido bucal un buen caldo para transmitirse.

Antibacteriano

Los componentes bioquímicos de esa sustancia «maravillosa», como definió Sanz a la saliva, se han conocido recientemente. Hace gala de la moraleja «lámete la herida porque te cicatrizará» ya que es un potente antibacteriano (gracias a la inmunoglobulina A que reconoce específicamente a la bacteria) y tiene propiedades antifúngicas; es cicatrizante, que se lo debe, sobre todo, al factor activador del plasminógeno (un anticoagulante) y es, también, una reparadora de tejido blando. Cuánta menos saliva, menos propiedades. La secrección es, por término medio, de un litro a un litro y medio al día.Los odontólogos advierten sobre los malos usos de los españoles con su boca: un 30% de la población no se cepilla los dientes jamás, aunque tenga en casa un cepillo. Éste se renueva, de media, uno cada dos años. Y entre un 30% y un 33% de los españoles no ha pisado una consulta de dentista. La razón, según los especialistas, es que «hay muy poca mentalización para cuidarse la boca» por lo que piden más campañas preventivas para todos y medidas terapéuticas subvencionadas o gratis para los sectores más desfavorecidos.