El director provincial de Educación critica a Villapalos "por su tono calamitoso"

El director provincial de Educación ha puesto fin a una larga etapa de silencio. José Antonio Palacios salió ayer al paso de lo sucedido en el pleno monográfico del pasado viernes en la Asamblea de Madrid, del que su equipo de gestión salió muy mal parado. Los portavoces de la oposición, Carmen Ferrero (PSOE) y Jaime Ruiz (IU), coincidieron en pedirle que dimitiera, mientras el consejero del área, Gustavo Villapalos, tampoco fue mucho más condescendiente: dijo que la escuela madrileña está masificada, registra los peores índices de fracaso escolar de España, carece de personal cualificado y mantiene un índice excesivo de alumnos de secundaria estudiando en colegios de primaria.En declaraciones a EL PAÍS, Palacios adujo en su defensa que Villapalos "había adoptado un injusto tono calamitoso" para ganarse la simpatía de la comunidad educativa en cuanto el Ejecutivo regional asuma las competencias, el próximo 1 de enero. "El consejero ofrece una descripción mucho más trágica de la escuela de lo que sucede en la realidad", insistió José Antonio Palacios. Y esbozó, incluso, los motivos íntimos de esta actitud: "A todo el mundo le gusta decir, cuando asume una responsabilidad, que las cosas están mal y que mejorarán gracias a su inteligencia y su trabajo. Entra dentro de la psicología humana".

El responsable del Ministerio de Educación en Madrid confesó que ni siquiera conoce personalmente a Villapalos, pero ello no significa, puntualizó, que el proceso de las transferencias educativas se esté descuidando. "Con Raúl Vázquez [viceconsejero] y con José Luis Centeno [director general de Educación] las relaciones son exquisitas", subrayó. Por eso, la enseñanza no educativa que le llegue a Madrid se encontrará, a su juicio, "en niveles perfectamente asumibles". "Por supuesto que se puede mejorar", asumió, "pero es que con la educación pasa como con el hogar: hay que cuidarlo continuamente y todo lo que se haga es poco".

Palacios también se refirió a ese 65,4% de alumnos de primero y segundo de ESO en la capital que cursan sus estudios en colegios de primaria en vez de en institutos. El director provincial argumentó que a la Administración aún le queda hasta el año 2003 para lograr la plena implantación de la LOGSE. Y subrayó: "En este tema no podemos precipitarnos porque el alumnado sigue cayendo en picado. Si ahora nos pusiéramos a hacer institutos para todos, de aquí a cuatro años ya estaríamos cerrando alguno".

En cuanto al escaso esfuerzo inversor que se le atribuye a la Administración del PP, objetó: "La memoria de la LOGSE preveía 372.986 millones para nuevos edificios entre 1990 y 1996, pero la Administración anterior se quedó en poco más de la tercera parte: 132.168 millones. Éstos son los cambios que inspiran el realismo".