«Si se nos exigiera lo que a los matadores de a pie, muchos desaparecerían»

La palabra rejoneador no sale de su boca. En su lugar, torero a caballo. Pablo Hermoso de Mendoza, de 32 años, gusta de las frases precisas, las valoraciones comedidas y el optimismo relajado. «Creo que poco a poco se va entendiendo un poco más. La gente va aprendiendo. En cualquier caso, hoy por hoy, se exige muchísimo más a un matador a pie a que a uno con montura. Si el público fuera igual de riguroso con unos y otros, muchos no estarían donde figuran», declara contundente el rejoneador navarro, que actúa hoy y es el único que estará dos tardes en la presente feria.

Las cosas empezaron de punta. El 97 se lo pasó ayuno de San Isidro. «Problemas económicos», dice. El desquite tenía que venir ahora: dos tardes y una de ellas con tres toreros, exigía. Al final, unos tirando y los otros aflojando, la cosa ha quedado en dos presencias de a cuatro. «La de tres vendrá a lo largo de la temporada o en la feria de Otoño», dice para de corrido apuntar sus buenas relaciones con Las Ventas: «La verdad, no tengo ninguna queja. La empresa se ha portado muy bien».

Desde que debutó en Madrid en 1995, todo han sido parabienes. Para él y para su ya mítico corcel Cagancho. « No siempre fue así. Desde el 83, en que empecé en esto, me las he visto negras. Han sido muchos años de no entrar en carteles y de rodar de pueblo en pueblo sin más éxito que el venidero», comenta a la vez que apunta que todo eso «es historia».

El que así habla es una excepción en el exclusivo mundo del rejoneo. Ni procede del mediodía cortijero ni ha hecho carrera a la sombra de bodega, ganadería o padre con posibles. «Bueno, no ha habido eso; pero sí, otras cosas. Mi gente ha estado siempre conmigo. Haya donde iba, autocares enteros llenos de calor», dice.

De repente, los esquemas se rompen, lo que era comedimiento rompe en entusiasmo. Hermoso de Mendoza se dispone a hablar de Cagancho: «Con este caballo te sientes torero. Yo siempre me pregunto si esto se traslada al tendido. Creo que sí, pero lo que de verdad me importa es que es un animal con el que te sientes perfectamente conjuntado. Carga la suerte... Es un auténtico torero». El tono entregado con el que se refiere a su estrella se traslada acto seguido a cada uno de sus equinos, y recita sus nombres de carrerilla: «Martincho, Aldebarán y Labrid, de salida; Gallo, Chicuelo y Sabicas al lado de Cagancho en las banderillas, y Mazantini y Chenel -"atentos a éste que gustará en Madrid", apostilla- en el último tercio».

LA CORRIDA DE HOY

Plaza de Las Ventas.

11ª corrida de abono.

Toros de Flores Tassara, propiedad de hermanos Gamero Cívico de la Lastra, de la Dehesa de la Sierra, en Aznalcóllar (Sevilla). Divisa amarilla, grana y negra. Antigüedad, 29 de junio de 1965.

Rejoneadores: Joáo Moura, Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena.

A las siete de la tarde.