El sonido de San Petersburgo
Sucede con las orquestas como con los vinos: hay una solera que permite y facilita la conservación y hasta la resurrección de unas constantes estilísticas y, en el caso musical, sonoras. Así la Filarmónica de San Petersburgo, que desde la muerte del gran Mravinski dirige Yuri Temirkanov (Zarajef, 1938). Ese maestro, músico de gran refinamiento, expresivo y analítico, que es Temirkanov, deparó a los asiduos de Ibermúsica una excelente tarde con la Sinfonía número 1, de Shostakóvich, y la Quinta de Chaikovski.Todavía hoy habría que seleccionar la Primera sinfonía entre las mejores del músico ruso. La vida estaba ante él llena de perspectivas, sin la pesadumbre y la desolación de sus años maduros. Aquí todo es vivo, gestual, discriminado, personal, pese a ciertos ecos de sus mayores, una factura precisa y una exactitud casi cruel.
Orquestas del mundo
Ciclo Ibermúsica / Caja Madrid. Filarmónica de San Petersburgo. Director: Y. Temirkanov. Obras de Shostakóvich y Chaikovski. Auditorio Nacional. Madrid, 7 de mayo.
Así la transmitieron Temirkanov y su Filarmónica mientras en Chaikovski daban una pasión auténtica, nada vocinglera pero de impacto. El éxito fue grande y el público recibió como premio la variación lírica de las Enigmáticas, de Elgar, y una transcripción del Tango, de Albéniz.