Pavarotti llega a Bilbao para cantar al Athletic en su centenario

El tenor italiano-norteamericano Luciano Pavarotti afirmó ayer sentir "un poco de miedo en el cuerpo" ante el concierto que protagonizará mañana en la catedral de San Mamés, en la apertura de los actos organizados por el Athletic de Bilbao con motivo del centenario de su fundación. El cantante de Módena llegó ayer a la ciudad después de 14 años de ausencia. "La última vez que estuve en Bilbao me sentía joven. Pero el tiempo pasa. Esta es una actuación muy especial. Yo fui jugador de fútbol antes que cantante y sé lo que significa un acontecimiento tan luminoso".

Pavarotti ofreció una conferencia de prensa dos horas después de haber aterrizado en el aeropuerto de Sondika en su avión privado. Ante los numerosos periodistas y cámaras que cubrían el acto el tenor ocultó su papel de divo y se comportó de manera informal y divertida. Saludó con un potente "arrastion" (buenas tardes, en euskera vizcaíno) al presidente del club bilbaíno, José María Arrate, que le dio la bienvenida en italiano, y luego bromeó y sonrió mucho. Se expresó sobre todo en inglés, aunque su idioma natal le traicionó y protagonizó momentos de auténtico despiste que resolvió con humor. Mañana, en San Mamés, Pavarotti cantará un repertorio amplio, clásico en un recital de tenor. El concierto comenzará con la obertura de Don Pasquale, de Donizetti, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Coral de Bilbao. El tenor iniciará su intervención con el aria Quanto e bella, de la ópera L'elisir d'amore, de Donizetti; el mismo título con el que debutó en Bilbao en 1970. Otras piezas elegidas por el tenor para su actuación en el estadio, ante 21.000 personas, son Una furtiva lacrima, de Donizetti; Alla paterna mano, de la ópera Macbeth, de Verdi; Recondita armonia, de Puccini; también de Puccini, el aria final de Tosca, E Lucevan le stelle; Quando le sere al placido, de la ópera Luisa Miller, de Verdi; Vesti la giubba, de Payasos, de Leon Cavallo y, como final, Purquoi me reveiller, del Werther de Massenet. A este repertorio añadirá Pavarotti canciones napolitanas conocidas en su repertorio como La Gironeta, Non ti escordi y Ave María. La Orquesta Sinfónica de Bilbao estará dirigida por el húngaro Janos Acs y actuará también el flautista italiano Andrea Griminelli, coInocido por su técnica y sus versátiles interpretaciónes.

El himno

La gran incógnita es si el tenor italiano se animará a tararear el himno del Athletic de Bilbao. Los aficionados al bel canto se muestran críticos con el concierto de mañana; lo consideran, sobre todo, un espectáculo populista. Es el primero de estas características que tiene lugar en el campo de San Mamés, dedicado hasta ahora únicamente al fútbol. Sin embargo, el próximo 15 de junio volverá a transformarse en auditorio musical para recibir a los Rolling Stones, en un concierto enmarcado también en el centenario del Athletic de Bilbao. Para el concierto de mañana se ha tenido que colocar un potente equipo de sonido, retirar las porterías, vallas y otros elementos del campo, así como proteger el césped. Los responsables del Athletic han preferido mantener discreción sobre el caché de Pavarotti por su actuación, aunque se estima que superará los cien millones de pesetas. El cantante italiano, que ha grabado con figuras de como Elton John, el vocalista de U-2, Bono, o Sting, con motivo de sus conciertos Pavarotti & Friends, dijo estar dispuesto a ampliar el círculo con los Rolling Stones. "No soy un fanático de un cantante o de un grupo. Pero si me dan una buena canción, yo encantado. Me gustaría mucho cantar con ellos", aseguró ayer. A pesar de su larga ausencia, el tenor guarda un buen recuerdo de Bilbao. "Tengo a esta ciudad en mi corazón" afirmó. "Los aficionados de esta ciudad aplauden cuando deben y se mantienen en silencio cuando tienen que hacerlo". Siempre entre sonrisas, comentó que se dedicará a descansar durante los días que permanecerá en capital vasca, aunque confía en poder visitar hoy por la tarde el Museo Guggenheim. "Estoy solo [no ha venido con él su compañera Nicoletta Mantovani], así que voy a dedicarme a estar en la cama". "La vida del cantante es un poco aburrida", continuó. "Mis amigos disfrutarán y yo me quedaré en el hotel, y mañana lo mismo. Es como en el caso de los futbolistas, y yo lo fui: lo más importante es el entrenamiento, la preparación, y luego viene el juego, la actuación".

Luciano Pavarotti se hospeda en la mejor suite del Carlton, un histórico hotel, remodelado, en el centro de Bilbao. Junto a él se alojan sus 19 acompañantes. Para complacerle, el hotel ha transformado uno de los tres baños en una improvisada cocina, en la que destacan las verduras, la fruta, zumos y pasta. El tenor italiano, gran aficionado a la gastronomía, ha comunicado en el hotel su interés en que el chef y el cocinero que le acompañan en su visita le preparen sus platos favoritos en la habitación que ocupa. Por supuesto, en sus deseos no podía evitar exigir para las ensaladas el afamado vinagre de Módena.