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ONCOLOGÍA

Un tercio de las mamografías aplicadas da falso positivo

Las mujeres que se hacen mamografias, uno de los métodos para detectar el cáncer de mama, corren el riesgo de recibir una falsa alarma. El 31,7% de las mamografías y exámenes clínicos de diagnóstico de cáncer de mama tiene como resultado un falso positivo. Es decir, que casi un tercio de mamografías y biopsias son erróneas, según una investigación publicada la pasada semana en New England Journal of Medicine. La mayoría de las mujeres deciden aplicarse mamografías periódicas a partir de los 40 años. Así alrededor de cada dos años acuden al médico a que les revisen las mamas.

La investigación, realizada por un equipo médico de la Universidad de Seattle, con un grupo de 2.400 mujeres de 40 a 69 años, resalta que el riesgo de un falso diagnóstico aumenta con relación al número de exámenes practicados. Es decir, si una mujer se somete a diez mamografías corre un 50% de riesgo de ser víctima de por lo menos un resultado positivo. En consecuencia, esta investigación evidencia que mientras más mamografías se aplique una mujer, el riesgo de que alguna de ellas sea errónea es mayor.

Impacto psicológico

Es por esto que la comunidad científica recomienda, para contar con un resultado más certero, complementar el análisis con otros métodos, como son las biopsias o la detección de alteraciones genéticas relacionadas con el cáncer. En Estados Unidos, según los investigadores, "en 10 años, un tercio de las mujeres que se han preocupado por aplicarse algún método de detección de cáncer de mama han requerido una evaluación adicional, en el que después se ha notificado que no se ha desarrollado el cáncer", aseguró la médica Joann Elmore, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y responsable máxima del estudio. En este país mueren unas 40.000 mujeres al año por cáncer de mama.

Los científicos concluyen que es necesario educar tanto a los médicos como a la sociedad para que conozcan el riesgo del "falso positivo". La American Cancer Society estima que en 1998 a unas 179.000 mujeres estadounidenses se les diagnosticará cancer de mama.

Los responsables de la investigación aseguran que para disminuir el impacto psicológico que una noticia de tales dimensiones puede provocar en una mujer, es necesario que cuando se aplique una mamografía, esté presente un radiólogo para que se someta inmediatamente al paciente a un estudio de rayos X y así reducir las posibilidad de un falso diagnóstico. "Este estudio revela la urgencia de buscar las vías para reducir los falsos positivos", aseguró Elmore.

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