Una tensión insoportable
La tensión psicológica y ambiental y las presiones de sus dos hermanos fueron claves en la decisión de Concepción Gironza. Tras unos meses de reflexión y muchas dudas personales, la edil convino con uno de ellos que, tras la Semana Santa, éste presentaría en el Ayuntamiento de Rentería su carta de renuncia.Antes de trasladarse a la costa de Andalucía, donde ahora se encuentra descansando, Gironza vivió varios días en plan nómada: acogida por amigos, junto con su madre, en dos casas diferentes en Irún, donde vive, ya que la bomba que el entorno etarra colocó el pasado 30 de marzo produjo grandes destrozos en su vivienda.
Ésta fue la gota que colmó el vaso y determinó su dimisión irrevocable. Esa experiencia, según sus allegados, resulta difícilmente soportable pese a que el cargo representa un trabajo y un sueldo.
"Los sueldos de los concejales del Partido Popular son irrisorios para la dedicación y el trabajo que soportan, pero está claro que no es el sueldo lo que más sentido tiene para quien se dedica a la política, y más si es en Guipúzcoa", destaca Ricardo Hueso.
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