El PP vasco reduce la dimisión de su edil de Rentería a "un caso aislado"

El PP vasco considera que la dimisión de su edil en Rentería (Guipúzcoa), Concepción Gironza, la primera que se da entre sus cargos electos en esta comunidad sometidos a la amenaza de ETA, es un "caso aislado y singular" del que no se pueden extraer conclusiones globales y que no va a estar seguido de nuevos abandonos. El presidente del PP guipuzcoano, Ricardo Hueso, insistió en que Gironza seguirá colaborando con el partido.

Ricardo Hueso, a quien Concepción Gironza había advertido que iba a comunicar públicamente su decisión después de la Semana Santa, puso ayer énfasis en afirmar que la renuncia de la concejal -aún no hecha oficial en el Ayuntamiento de Rentería- sólo lo es de su cargo de representante publico, puesto que va a seguir trabajando y colaborando con el partido en Guipúzcoa durante la ya inmediata campaña electoral.Asimismo, Hueso anunció que la ejecutiva se reunirá el próximo lunes con la junta local para decidir el nombramiento de los sustitutos tanto de Gironza como de José Luis Caso, eI edil asesinado por ETA el pasado 11 de diciembre. Según la lista, serán José Luis Zamarreño y José María Tremiño.

El de Zamarreño, por Caso, sufrió un retraso por estar incurso en un proceso judicial debido a la querella que presentaron contra él los concejales de HB, en diciembre, por un presunto delito de calumnias. Tremiño tendría que ocupar el puesto de Gironza, prácticamente ausente de la labor municipal desde la muerte de Caso, sin embargo ayer adelantó a Europa Press que no piensa aceptar el cargo. "Por trabajo y demás no puedo hacer las labores que requiere el cargo de concejal". Tremiño añadió que "desde hace bastante tiempo" no está "muy ligado a la actividad del partido", por su trabajo.

Hueso, que ha sido interlocutor y confidente en la crisis de la edil, aseguró: "Nosotros la entendemos y aceptamos con naturalidad su decisión". El dirigente popular se mostró convencido de que la decisión de Gironza no refleja un estado de ánimo generalizado entre sus compañeros electos, aun cuando están sometidos al estrés de la amenaza permanente y reiterada de ETA en sus comunicados desde el pasado verano y revivida en cada uno de los atentados, extendidos ahora a sus familiares.

La renuncia de Gironza fue recibida con comprensión por las fuerzas vascas, cuyos portavoces pronunciaron frases de ánimo y reconocimiento a su labor. "Ha demostrado arrojo y valentía. Creo que hay que comprender su situación. Porque el irse también supone un acto de valentía", advirtió ayer el consejero de Interior, Juan María Atutxa, quien a la vez animó a los restantes ediles del PP "a no tirar la toalla".

A su vez, el portavoz de la ejecutiva guipuzcoana del PNV, Juan María Juaristi, coincidió en que la dimisión de Gironza es humana y comprensible, ya que vive "una situación límite muy a su pesar". Juaristi añadió que la, renuncia a la que se ha visto obligada la representante popular representa "una barbaridad". "Forma parte de un paisaje que tenemos que ir desterrando porque dice poco en favor de una democracia", concluyó.

Sin embargo, las declaraciones supusieron tambien un duro enfrentamiento al reaccionar el PSE-EE, que preside la corporación de Rentería, ante la denuncia de Hueso de que durante los últimos meses Gironza había echado en falta el apoyo de sus compañeros.

El secretario institucional de los socialistas guipuzcoanos, Iñaki Pierrugues, desmintió al presidente popular en este extremo y afirmó que, aunque el miedo es comprensible y humano, Gironza, antes del asesinato de Caso, "iba de la mano de HB en algunas votáciones, y en otras, cuando su voto era contrario al de HB, se justificaba ante ellos arrinconando a su compañero".

Para Hueso, éstas son acusaciones "absurdas" y sin sentido, ya que "ella misma, tras el asesinato de Caso, preguntó a los ediles radicales si iba a ser la próxima [en recibir un disparo]".